Con los repentinos y extremos cambios de temperatura que se viven a diario debido a la temporada invernal, es común tener un resfriado, una gripe o cualquier otra infección relacionada con las vías respiratorias.
La fiebre es una manifestación o síntoma de cuando algo no está bien en interior del cuerpo humano al estar tratando de combatir una enfermedad o infección causada por un virus o bacteria; cuando eso sucede se da un incremento temporal de la temperatura corporal por encima de los 38°C que nos alerta.
Paracetamol VS Ibuprofeno
Aunque ambos medicamentos comparten el propósito de reducir la fiebre, tienen diferencias cruciales que debemos entender para tomar decisiones informadas sobre cuál utilizar. La elección entre ellos debe basarse en consideraciones más profundas y basados en el perfil de seguridad del paciente y posibles efectos secundarios.
El mal uso del ibuprofeno puede afectar al riñón y aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares; respecto al paracetamol se advierte que el principal riesgo de un mal uso es el daño hepático (hígado).
El ibuprofeno y el paracetamol son dos de los fármacos más consumidos de forma cotidiana y sin que pueden ser adquiridos sin receta médica.
Paracetamol
– Se trata de un analgésico y antipirético que actúa inhibiendo el centro hipotalámico que regula la temperatura corporal. Su uso es generalmente seguro, especialmente cuando se adhiere a las dosis recomendadas.
– Destaca por su perfil de seguridad, siendo considerado de primera línea para el manejo de la fiebre en diversos grupos de población, incluyendo niños y adultos.
– No está exento de riesgos, especialmente cuando se excede la dosis recomendada, lo que puede llevar a daños en el hígado.
– Se puede utilizar en niños, adolescentes y adultos en función de la dosis. Su uso está indicado para el tratamiento sintomático del dolor de intensidad moderada.
Ibuprofeno
– Es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), no solo reduce la fiebre sino que también combate la inflamación y proporciona alivio analgésico; aunque eficaz, requiere precaución.
– Se aconseja su uso cuidadoso en pacientes con antecedentes de enfermedad ácido-péptica, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial o insuficiencia renal.
– La propiedad antiinflamatoria puede ser beneficiosa en condiciones como la artritis, pero su aplicación debe ser evaluada en función de los riesgos individuales.
– Tiene indicaciones aprobadas para el tratamiento de procesos reumáticos agudos o crónicos, lesiones de tejidos blandos, tratamiento de procesos dolorosos de intensidad leve y moderada como dolor dental, post operatorio, dolores musculares (como contracturas) o de espalda (lumbalgias), cefalea y dismenorrea primaria (cólicos), así como el tratamiento sintomático de la fiebre.
¿Cuándo tomarlo?
- Dolor de cabeza leve: paracetamol.
- Dolor de cabeza intenso: ibuprofeno.
- Dolor de cuello y espalda por sobrecarga muscular: ibuprofeno.
- Dolor de las articulaciones: ibuprofeno.
- Dolor de muelas: ibuprofeno.
- Dolor menstrual: paracetamol o ibuprofeno.
- Fiebre leve/moderada: paracetamol.
- Dolor abdominal: paracetamol.
- Dolor posquirúrgico: paracetamol alternando con ibuprofeno.