El huracán Ian golpea Florida con fuerza. Lluvias torrenciales y fuertes vientos sacuden la costa suroccidental de la península mientras el ojo del huracán, la parte más peligrosa, ha tocado tierra en la zona de Cayo Costa, cerca de Fort Myers, con categoría 4, con vientos sostenidos de unos 240 kilómetros por hora. Zonas urbanas completas de localidades como Naples y Fort Myers se han inundado, con marejadas “catastróficas” en algunas áreas, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). Según atraviesa Florida, sin embargo, el viento ha ido perdiendo fuerza y su categoría ha sido rebajada a 1 (vientos de hasta 154 kilómetros por hora).
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, advirtió de que el huracán se disponía a “atravesar el Estado”. Lo cruza desde el suroeste hasta el noreste, dejando un rastro de vientos, lluvias, inundaciones y destrucción y ha dejado sin luz a más de dos millones de personas. Después puede dirigirse hacia Carolina del Sur, según las predicciones. Los gobernadores de carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia han declarado el estado de emergencia en previsión de la llegada del huracán en los próximos días.
“Ian está causando una marejada ciclónica catastrófica, vientos e inundaciones en la península de Florida”, ha anunciado el NHC, que ha cifrado en 150 millas por hora (240 kilómetros por hora) la velocidad de sus vientos sostenidos al tocar tierra. “En la trayectoria pronosticada, se espera que (…) se mueva sobre el centro de Florida esta noche y el jueves por la mañana y emerja sobre el oeste del Atlántico para tarde el jueves. Se pronostica que Ian girará hacia el norte el viernes y se acercará a la costa noreste de Florida además de las costas de Georgia y Carolina del Sur tarde el viernes”, ha señalado el NHC.
Más de dos millones de habitantes se han quedado sin luz y los apagones aún pueden extenderse a medida que el huracán atraviesa el Estado. Se ha decretado la evacuación de unos 2,5 millones de personas de las zonas costeras del Oeste de Florida, aunque muchos han decidido permanecer en sus casas. Por ahora no han trascendido informaciones de heridos ni muertos por el huracán en Florida, pero la Guardia Costera ha comunicado el hundimiento de un bote con inmigrantes cubanos cerca de la costa, en Stock Island, por el mal tiempo. Hay 23 migrantes desaparecidos. Otros cuatro lograron alcanzar la orilla a nado.
La velocidad de los vientos sostenidos de Ian en su acercamiento a Florida llegó a ser de 155 millas por hora, con rachas superiores, lo que lo situaba justo en el límite superior de la categoría 4 de la escala Saffir-Simpson, la que corresponde a vientos de 131 a 155 millas por hora (210 a 250 kilómetros por hora) al borde de la categoría 5, la más peligrosa. El huracán ganó fuerza desde que dejó Cuba atrás, pero se ha debilitado después de que su ojo ha tocado tierra.
La trayectoria de Ian se ha desviado ligeramente con respecto a las previsiones de comienzo de semana. En lugar de tocar tierra en la zona de Tampa lo ha hecho más al sur, cerca de Cayo Costa, en el puerto natural donde está Cabo Coral, Punta Gorda y Port Charlotte, ligeramente al norte de Fort Myers, donde se generalizan las inundaciones en las áreas más cercanas a la costa. La combinación de la marejada ciclónica y la marea causará que áreas normalmente secas cerca de la costa se inunden por aumentos en el nivel del agua que se mueve tierra adentro desde la costa. Las autoridades han advertido de que la marejada puede alcanzar de 12 a 18 pies de altura (de unos cuatro a seis metros) en la zona de la costa que va desde Port Charlotte a Naples, incluyendo las regiones de Fort Myers y Cape Coral si coincide con el momento de marea alta.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho este miércoles un nuevo llamamiento a los ciudadanos para que extremen la prudencia y se protejan. Ron DeSantis ha advertido de que va a ser “un evento trágico en muchos sentidos”. “El impacto de la tormenta va a ser enorme”, ha dicho, asegurando que va a dejar un efecto “imborrable”. “Van a ser un día o dos espantosos”, ha añadido.
En la bahía de Tampa, el nivel de las aguas ha bajado porque el viento y la marea las empuja mar afuera, ya que al situarse al norte del ojo del huracán los vientos van dede tierra hacia el mar, pues el huracán se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj. El fenómeno, sin embargo, puede revertirse y puede resultar peligroso acercarse a la orilla del mar, como han hecho numerosos curiosos este miércoles. El aeropuerto de Tampa, cercano a la bahía, ha anunciado el cese de sus operaciones desde la tarde de este martes de forma indefinida por el riesgo de vientos e inundaciones. Volverá a abrir cuando pueda operar en condiciones de seguridad. Otros aeropuertos menores del Estado también han anunciado el cierre, pero el de Miami se mantiene por ahora operativo, aunque prevé cancelaciones de vuelos por la tormenta.
Los huracanes se han convertido en algo cotidiano al final de cada verano para los habitantes de Florida, pero suelen llegar por la costa oriental. Ian, sin embargo, entra de lleno por la parte occidental del Estado. En la bahía de Tampa se recuerdan especialmente los huracanes de 1848 y 1921, que tuvieron efectos devastadores y hasta redefinieron la geografía de la zona. El nivel del agua de las inundaciones en 1921 superó los tres metros, afectó al centro de la ciudad y destruyó buena parte de las estructuras de la costa. Hay señales en Tampa que indican del riesgo de inundaciones catastróficas como aquellas. La referencia más reciente de un huracán que golpeó la costa occidental de Florida es Charley, en 2004, que afectó a Punta Gorda y Port Charlotte, algo al sur de Tampa, cerca de Fort Myers, en la zona en la que el ojo va a tocar tierra. Michael, en 2018, afectó a la parte norte de la costa, la zona de cabo San Blas.
La temporada de huracanes en el Atlántico empezó este año con algo de retraso, pero en septiembre ha recuperado el tiempo perdido. La primera tormenta en alcanzar la categoría de huracán fue Danielle, a principios de este mes, cuando lo normal es que en agosto ya haya algún huracán. Luego le han seguido Earl (que afectó a islas del Caribe), Fiona (que castigó especialmente a Puerto Rico) y ahora Ian. Entremedias ha habido otras tormentas tropicales que han recibido nombre, pero que no han alcanzado la categoría de huracán.
En su paso por Cuba, Ian dejó a más de 11 millones de cubanos sin luz este martes. El sistema eléctrico nacional colapsó debido a los daños provocados por el huracán a su paso esta madrugada por Pinar del Río, la provincia más occidental del país, y eso que el ciclón no afectó de lleno a los centros económicos más importantes del país. Las autoridades de la isla se limitaron a informar en una escueta nota que por una “condición excepcional” dejaba de haber fluido eléctrico en el país. En algunas zonas ha empezado a recuperarse.
Las inundaciones y los daños en zonas costeras del occidente son graves, numerosas localidades están aisladas y la ciudad de La Habana vive una situación de caos en medio del inesperado apagón, a lo que se suman derrumbes totales y parciales de viviendas y numerosas calles cortadas por árboles caídos, pese a que Ian no golpeó la capital con toda su fuerza.
Información de: El pais