En apariencia todo el problema vivido en Chilpancingo Guerrero obedece a las exigencias de obras carreteras que no concretadas de ahí la toma de la autopista del Sol, hechos realizados por los habitantes de las comunidades de Quechultenango y Mochitlán quienes efectuaron una marcha que trataron impedir autoridades locales dando inicio a protestas más severas en donde quemaron autos, agredieron a taxistas e incluso se habla de la muerte de al menos uno de ellos.
Fuera de las versiones oficiales existen otras que pudieran ser un tanto mas certeras, la intromisión de grupos criminales que bajo cualquier pretexto lanzan un fuerte mensaje a las autoridades de Guerrero pues se dice existió un compromiso de campaña entre la hoy Gobernadora y células delictivas que ayudaron a obtener su victoria, los Rojos al igual que él cartel del sur reclaman hoy la plaza de Chilpancingo pues aseguran que les ha sido entregada a los Ardillos.
Por el cumulo de gente que se manifiesto en las calles y violencia adoptada queda en duda que todo el reclamo recaiga en obras viales, para movilizar a tanta gente se requieren recursos y es claro que alguien los sufraga, de ser real la segunda versión al igual que las amenazas surgidas en contra de la gobernadora y la alcaldesa Norma Otilia Hernandez podríamos estar ante la real amenaza de una guerra de guerrillas, una confrontación por los territorios de buena parte de Guerrero que traerían consecuencia delicada para los habitantes y la gobernabilidad de un Estado de por si sin ley.
Aunado a lo anterior y en vísperas de la elección presidencial también tendrá consecuencias electorales en contra de Morena y su Gobierno Estatal.