Desde un inicio al interior de Morena se acordaron las reglas del juego, todos mostraron conformidad y asumieron dicha responsabilidad, en el equipo de Ricardo Mej’ia sabían que todo seria luchar en contra corriente, quince años alejado de Coahuila sin siquiera dar una vuelta ocasional le pondrían una situación de desventaja al arrancar en ultimo, pese a ello acepto, hoy cuando los resultados dieron la victoria a uno de sus principales opositores fue evidente el enojo y frustración, se cuenta que previo a la rueda de prensa en donde dan a conocer el triunfo de Armando Guadiana el Dirigente Mario Delgado intento que las tres partes comulgaran a efecto de que salieran dando una imagen de unidad pero sus intentos no fueron fructíferos, insultos, reclamos y quejas rompieron la armonía, el enojo fue tal que el Sub Secretario abandono el recinto aduciendo fuerte carga de trabajo, un personaje que se distrajo de sus obligaciones por meses y que pasaba el mayor tiempo promocionando su manejen en Coahuila dio la peor excusa que se pudo haber esgrimido pues es evidente que la carga de trabajo nunca lo detuvo e incluso aseguro que en su oficina tenia gente capaz a quien le delegaba las responsabilidades.
Nadie es Moneda de Oro, quienes dieron inicio a los insultos, ofensas y ataques fueron justamente quienes acompañaban a Ricardo Mejía, hoy siguen las quejas pero ello solo es una seña de malos perdedores, quien niegue fracturas miente, sin embargo nunca se engaño a nadie, Armando Guadiana fue siempre el puntero en las encuestas, lo demás no paso de una parafernalia costosa, era inocente pensar que alguien sin arraigo, con mas de una década fuera de todo escenario local resultara ser más conocido o popular que alguien que tiene medio siglo protagonizando notas políticas y empresariales.