
Tál y como nos tiene acostumbrados ya la 4t las elecciones están plagadas de violencia, sangre y miedo, si bien solo son dos entidades del país en donde se desarrollan comicios electorales ello no implica que no se manchen con asesinatos de candidatos, intervención del crimen y un ambiente de corrupción y miedo nunca antes padecido en México.
Recordemos que en conjunto con las elecciones para definir Alcaldes en Durango y Veracruz también seremos testigos de la peor farsa en la historia moderna con la elección judicial.
Candidatos a modo previamente impuestos, el engaño cotidiano de que ahora el pueblo elegirá a sus juzgadores, la infiltración del crimen organizado en la postulación de candidatos, resultados anticipados que independientemente de por quien se vote ya tienen designado un puesto.
Es claro que al Mexicano común no le importa ni la violencia ni la corrupción ni la perdida de libertades, lo único que lo motiva es que le den limosnas disfrazadas de apoyos sociales que a la larga no cambian su condición y que solo sirve para aumentar el conformismo de una sociedad atenida que sigue fiel a su idea de que no es malo que roben mientras repartan.