El Gobierno de Javier Milei renunció a la membresía de Argentina al bloque de los BRICS —la alianza económica, política y social conformada hasta ahora por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica—, apenas días antes de que el ingreso acordado por el expresidente Alberto Fernández entrase en vigencia, el 1 de enero de 2024. Lo hizo a través de una carta enviada a sus miembros, según confirmaron fuentes de la Cancillería argentina a CNNE.
La misiva fue enviada a los presidentes Lula da Silva, de Brasil; Cyril Ramaphosa, de Sudáfrica; Xi Jinping, de China; Vladimir Putin, de Rusia, y al primer ministro de la India, Narendra Modi. En el documento, el Gobierno argentino expresó que no se consideraba «oportuna» su participación en tanto miembro del bloque, debido que los ejes de política exterior actual difieren de los de la anterior gestión.
«Como es de su conocimiento, la impronta en materia de política exterior del Gobierno que presido desde hace pocos días difiere en muchos aspectos de la del Gobierno precedente. En tal sentido, algunas decisiones tomadas por la anterior gestión serán revisadas. Entre ellas se encuentra la creación de una unidad especializada para la participación activa del país en BRICS, según lo indicado por el presidente Alberto Fernández en su carta del pasado 4 de septiembre», dice la carta a la accedió CNNE.
En la carta, el Gobierno argentino ratifica su voluntad de intensificar los lazos bilaterales con cada uno de los países, subrayando «el aumento de los flujos de comercio e inversión».
En agosto, al anunciar la noticia, Fernández había afirmado que la integración de Argentina suponía la posibilidad de «abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías». El ingreso estaba previsto junto con Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.
Milei ya había anticipado su posición con respecto a los BRICS
El presidente Javier Milei había adelantado durante la campaña electoral que, si era elegido, no participaría de los BRICS. Entonces, durante una exposición ante el Consejo de las Américas, Milei había argumentado motivos ideológicos para esa decisión, al decir: «Nuestro alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel. Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas».
«El comercio debe ser libre», dijo ante periodistas tras salir del encuentro.
Algo similar había dicho a principios del mes de noviembre durante una entrevista con el periodista Jaime Baily, en la que acusó a Lula da Silva de ser «comunista y corrupto», aunque aclaró que «los individuos van a poder hacer transacciones comerciales con quien les de la gana […] Desde mi posición como jefe de Estado, mis aliados son Israel, Estados Unidos, y el mundo libre».
Además, tras la victoria electoral de La Libertad Avanza, la actual canciller Diana Mondino adelantó a través de su cuenta de X que Argentina no ingresaría al bloque: «No ingresaremos a los BRICS», escribió el 30 de noviembre.
¿Qué representan los BRICS?
Los cinco países que hasta ahora componen el bloque representan más del 42 % de la población global, el 30 % del territorio mundial, el 23 % del PIB y el 18 % del comercio mundial, según información oficial de Cancillería de Argentina. Según la misma fuente, los países que intervienen contribuyen en su conjunto al 16 % de las exportaciones y al 15 % de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
Además, los países que integran el grupo de los BRICS son socios del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), una entidad creada en 2015 y presidida actualmente por Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil. En su sitio web oficial, se define como un espacio multilateral “que tiene el propósito de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en mercados emergentes y países en desarrollo”.
Con información de Ignacio Grimaldi y Damián Martino, de CNNE.
Información de: CNN