Una buena y una mala: cada vez más nos cuesta dormir, pero cada vez más sabemos cómo hacer para que, justamente, no nos cueste tanto. El mundo del bienestar señala al buen descanso como uno de los pilares de la salud (junto con la alimentación y el ejercicio físico).
Es posible que hayamos probado muchos trucos para que el sueño sea reparador. Antes que nada hay que saber -así lo confirman los expertos- que dormir entre 7 y 8 horas es por empezar la regla número 1 del descanso.
Aproximadamente, uno de cada 4 millones de personas nace con un gen que les permite prosperar con la mitad de esa cantidad de horas de sueño. Pero para la gran mayoría, dormir rutinariamente menos de seis o siete horas por noche destruye su sistema inmunológico y aumenta significativamente el riesgo de desarrollar numerosas formas de cáncer.
Un estudio en 60. 000 británicos de mediana edad y ancianos encontró que, aquellos que regularmente necesitan dormir siestas durante el día, tenían un 12 por ciento más de probabilidades de desarrollar presión arterial alta que sus pares.
Existen varias recomendaciones. Una de ellas es darse una ducha antes de acostarse. Está comprobado que el cuerpo se relaja y que uno se saca, como se dice, “el día de encima”. Otro tips, conocido también, es no llevarse pantallas a la cama.
La culpable tiene un nombre y es una hormona: la melatonina. Es la encargada de promover el estado del sueño. Al revisar el celular caída la noche, el cerebro envía corrientes de luz potente; un mensaje contradictorio que disminuye la secreción de la hormona y, por ende, reduce el cansancio.
El psicólogo Michael Breus ha compartido algunos consejos fáciles que funcionan, incluso, para los que tiene insomnio. Por eso, meditar o dejar las luces al mínimo, son trucos válidos pero no suficiente. Aquí, 4 ideas para llevar a la práctica
Limpieza y orden
No se trata de ponerse a limpiar antes de ir a dormir para cansarse. Breus sostiene que es fundamental mantener la habitación limpia y ordenada para que no sea un caos y genere estrés.
Según dice, hay que lograr que nuestro cuarto sea un oasis de tranquilidad. Cuando hay ropa y objetos de por medio, no es posible.
Aceites esenciales
La aromaterapia puede ser una muy buena opción y tal vez la gente no lo lleva adelante tanto. Por eso se recomienda utilizar aceites esenciales de vainilla, jazmín o lavanda, que son los que más propiedades relajantes tienen.
Hay varias formas. Ya sea añadiendo los aceites a un baño usando un difusor, son ideales para una hora antes de descansar.
Té de plátano
El té de banana sí que es una rareza y es perfecto para dormir. El plátano es rico en magnesio y potasio y ayuda a relajar los músculos.
¿Cómo se hace? Solo hay que cortar un plátano o banana en tres partes (sin pelar) y quitar los extremos, ponerlo en agua y hacer que hierva 5 minutos. Beber antes de ir a acostarse.
Comer antes de dormir
En general no se suele recomendar comer antes de dormir. Por lo menos, no hacerlo en exceso. Sin embargo, quienes cenan temprano y/o hacen deporte, pueden llegar a la cama con hambre. Eso puede provocar insomnio.
La idea es comer algo que no supere las 200 calorías y que tenga proteínas y carbohidratos complejos. Unos cereales integrales con leche es uno de los ejemplos que da. Para sumar un tip: esperar al menos dos horas antes de acostarnos. Eso ayudará a hacer bien la digestión.