La población diabética e hipertensa tiene un mayor riesgo ante las altas temperaturas, por lo que la dirección municipal de Salud alerta a extremar cuidados para evitar complicaciones.
En ambos casos, el calor provoca cambios en el funcionamiento del sistema sanguíneo propiciando la deshidratación por lo que es prioritario que haya un monitoreo constante, resaltó Luis Humberto Valdés Rodríguez, titular de Salud en Ramos Arizpe.
“Los diabéticos se deshidratan con mayor rapidez porque las glándulas del sudor no funcionan bien y no pueden mantener el cuerpo frío; los hipertensos tienden a sudar mucho, entonces también se deshidratan con mayor facilidad. Aunque no lo parezca el calor les afecta mucho, por eso tienen que procurar más la hidratación y evitar exponerse al calor por tiempo prolongado”, explicó.
Por lo anterior se recomienda el consumo constante de agua, incluso cuando no se tenga sed, a fin de evitar la deshidratación; evitar el alcohol y las bebidas con cafeína ya que pueden subir los niveles de azúcar en la sangre.
Además, procurar la revisión de azúcar y presión sanguínea a lo largo del día, y mantenerse en espacios frescos y ventilados.
Debilidad, somnolencia, palidez, sudoración excesiva y mareos son algunos de los síntomas que evidencian el golpe de calor en este tipo de pacientes y que ameritan revisión médica inmediata.
“Hemos insistido en que hay que evitar exponernos al sol en horarios críticos, desde las once de la mañana a las cuatro de la tarde, pero con mayor razón a los diabéticos e hipertensos debemos darles mayores cuidados porque sus condiciones físicas los hacen más vulnerables a un golpe de calor”.