Ingredientes:
2 cebollas grandes cortadas en juliana
2 calabacines medianos
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Piñones
Cilantro para decorar
Elaboración:
En una olla de fondo grueso comienza a saltear las cebollas en un poco de aceite, con una pizca de sal.
Cocínalas hasta que estén bien doraditas. Esta parte es fundamental para hacer una buena crema. Un buen pochado aportará dulzor, pero es importante estar presente, remover y evitar que se queme o se ponga excesivamente oscura.
Mientras se hacen las cebollas corta el calabacín en daditos pequeños. Yo suelo quitar parte de la piel para que la crema quede más clarita.
Incorpora los calabacines a la olla y añade otra pizca de sal. Remueve y mezcla bien, salteándolos un par de minutos.
Añade agua justa para cubrir, dejando como mucho un dedo de agua por encima de las verduras.
Si utilizas mucha agua perderás sabor y cremosidad.
Lleva a hervor, coloca la tapa y cocina a fuego medio hasta que el calabacín esté tierno.
Rectifica de sal y tritura bien hasta que quede cremosa.
Tuesta suavemente los piñones en una sartén sin aceite.
Pica el cilantro.
Sirve en un bol con unos piñones y un poco de cilantro por encima.