Carlos III será coronado rey el próximo sábado 6 de mayo en el mismo trono de madera de roble báltico que se usó por primera vez en la ceremonia de coronación del rey Eduardo II (1307-1327), anunció este domingo el Palacio de Buckingham.
El llamado Trono de San Eduardo fue encargado en 1296 por Eduardo I para albergar uno de los símbolos más importantes de la historia de la isla, la llamada Piedra de Scone, que el citado rey capturó en la abadía de ese nombre tras derrotar a los escoceses.
Desde el siglo XIV, tanto el trono como la piedra sobre la cual se sentaban los monarcas han sido un elemento central en los actos de coronación de los soberanos británicos.
En 1996, Londres devolvió la Piedra de Scone a los escoceses, que la exhiben en el Castillo de Edimburgo, a condición de que sea devuelta para ser usada en las coronaciones. El bloque de arenisca llegó el sábado 29 de abril a la capital británica, procedente de Escocia, para ser usada dentro de una semana.
Sin embargo, el Trono de San Eduardo es solo uno de los varios asientos que se utilizarán en la ceremonia. En un comunicado, Buckingham detalló que, según la tradición, los reyes Carlos y Camila se sentarán en diferentes Sillas de Patrimonio, Tronos y Sillas de Congregación.
“En interés de la sostenibilidad, Sus Majestades han elegido usar sillas y tronos de la Colección Real hechos para coronaciones previas. Han sido conservados, restaurados y adaptados como se requería”, explicó la casa real en la nota.
Las Sillas de Patrimonio, de madera de haya bañada en oro, se fabricaron en 1953 para la ceremonia de coronación de la madre del soberano, Isabel II, el 2 de junio de ese año, y ahora se usarán en el acto de coronación de la reina Camila y en el comienzo de la ceremonia.
Mientras, los Tronos para la Entronización y el Homenaje fueron creados para la coronación de Jorge VI e Isabel, abuelos del monarca, el 12 de mayo de 1937.
Un centenar de Sillas de la Congregación, recubiertas de terciopelo azul, también se usarán en la Abadía de Westminster el próximo sábado.
Tras la celebración, estas sillas serán subastadas y los beneficios irán a parar a fundaciones caritativas.
Información de: El Financiero