Tener unos pies bonitos no es complicado. Solamente necesitas dedicarles algo de tiempo. Y sobre todo, incluirlos en tus rutinas y tratamientos habituales de belleza.
Comenzamos por algunas pautas para el cuidado de los pies, preventivas y de mantenimiento. lLas puedes realizar en casa sin ningún problema:
CONSEJOS BÁSICOS PARA EL CUIDADO DE LOS PIES
- Lávate los pies todos los días. Las prisas habituales se unen a la falsa sensación que solemos tener de que el agua y el jabón que van cayendo sobre nuestros pies mientras nos duchamos es suficiente. Aunque por supuesto, no lo es. Lávalos a diario. Preferiblemente con jabón neutro y no olvides que necesitan tanto mimo como el que das a tus manos.
- Regálate un momento de relax con un baño relajante para tus pies. Prepara agua caliente y añade sal gruesa, sales esenciales, vinagre de manzana o bicarbonato sódico por ejemplo. Disfrutarás de una fantástica sensación de bienestar casi al instante y tanto tus pies como tus piernas te lo agradecerán. Un ritual que te ayudará a rebajar la tensión acumulada, perfecta además para favorecer la correcta circulación. Recuerda no tener los pies en el agua más de media hora.
- No olvides secar bien los pies después de la ducha o de tu baño de pies anti-estrés. Del mismo modo que muchas veces no nos detenemos a lavar esta parte de nuestro cuerpo como deberíamos, menos aún nos paramos a sacarnos correctamente. Y sin embargo, este es uno de los consejos más importantes que vamos a darte hoy. Seca muy bien tus pies. Y sobre todo, seca muy muy bien los espacios entre los dedos de los pies. La forma más segura para evitar la aparición de hongos y evitar sus molestos síntomas y consecuencias.
- Elimina las durezas utilizando con frecuencia piedra pómez o alguna lija especial para pies. Es importante “atacar” las dolorosas y antiestéticas durezas y callosidades cuando la piel esta blanda, por ello, siempre lo haremos después de la ducha o de haber tenido los pies en agua tibia durante unos 15 o 20 minutos.
Continuamos repasando nuestra lista de consejos para tener unos pies perfectos.
- No olvides hidratar tus pies tan a menudo como sea posible. La piel es más elástica y resistente cuando está más hidratada. Y en el caso que nos ocupa, mantener los pies hidratados supone dotarlos de una barrera extraordinaria frente a infecciones de la piel, durezas y callosidades. Eso sí, evita a toda costa aplicarte crema en los pies durante el día. Ya que si inmediatamente te pones los zapatos y/o los calcetines, tu piel no absorberá correctamente la crema. Y generará un ambiente húmedo dentro del calzado. Nada recomendable para los pies ni para lograr el efecto que buscamos.
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- ¿Te gustan los masajes? ¡Pues a tus pies también! Los pies son la base sobre la que descansa todo nuestro cuerpo, con el consecuente desgaste diario y, además, son el continente de buen número de terminaciones nerviosas. Invertir algo de tiempo en un masaje de pies y hacerlo de forma asidua nos puede reportar numeroso beneficios como mejorar la circulación, favorecer el sueño, reducir el síntoma de piernas cansadas o aliviar los dolores y fatigas de cuello y espalda, entre muchas otras ventajas. Intenta masajear tus pies a diario, antes de dormir, utilizando crema hidrante y aplicándola con movimientos circulares suaves. Introduce este sencillo gesto en tu rutina diaria y pronto notarás los resultados.
- Y aunque tendamos a pensar que la pedicura y la manicura son conceptos meramente estéticos, lo cierto es que el cuidado de los pies, pasa por un correcto cuidado de las uñas. Tanto en las manos como en los pies, son gestos muy importantes para mantener estas partes de nuestro cuerpo sanas y perfectas. Por eso, si deseas tener unos pies bonitos de verdad, lima tus uñas con cuidado, de forma recta. Para evitar picos irregulares que puedan derivar en dolorosas uñas encarnadas.
Tras estos consejos sobre el cuidado de los pies en casa, en unos pocos y sencillos gestos, creemos que te será muy útil conocer otros consejos para prevenir los problemas de pies más habituales. ¡Toma buena nota!
CONSEJOS PARA UNOS PIES SANOS
- Protege tus pies del frío del invierno, utilizando un calzado apropiado. Preferentemente con suela de goma, con mayor capacidad aislante que otros materiales. Y evita caer en la tentación de acercar tus pies helados a fuentes de calor muy intenso. Como podría ser un radiador, estufa o chimenea. Deja que tus pies recuperen su temperatura natural de forma gradual. Del mismo modo, si por la noche sientes los pies fríos, lo más recomendable es dormir con calcetines para que el pie se caliente por sí mismo. Por medio de tu propio calor corporal y no de forma artificial mediante el contacto con una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente.
- Apuesta por materiales de calidad y ofrece a tus pies el hábitat que merecen. Puedes optar por utilizar calcetines elaborados con fibras naturales. Como el algodón, en lugar de inclinarte a utilizar materiales sintéticos que en muchas ocasiones obstruyen la correcta transpiración de los pies. Igualmente, te recomendamos utilizar calzado de calidad y materiales naturales como la piel. Los zapatos de cuero son más flexibles, adaptables y resistentes que los zapatos sintéticos. Y como sucede con el algodón, tus pies transpirarán mucho mejor si utilizas el calzado apropiado.
- Escoge un zapato adecuado para ti. Ni todas las personas somos iguales, ni nuestros pies lo son. El mismo calzado que resulta cómodo a una persona, puede resultar incómodo e incluso insoportable a otra. Sin embargo, existen puntos en común que todos deberíamos tener en cuenta a la hora de elegir calzado. Como asegurarnos de que el zapato se ajusta como un guante a nuestro pie, sin oprimirlo ni asfixiarlo.