Cientos de habitantes de La Paz, en Baja California Sur, realizaronfilas kilométricas para comprar agua potable ante la escasez del líquido que ha alertado a la población en plena canícula.
La falta de agua en La Paz, capital del estado, coincide con la llegada del verano y las temperaturas superiores a los 40 grados, lo que disparó aún más la demanda del líquido.
La escasez ha provocado que algunas purificadoras cierren por falta del líquido, mientras que las que siguen funcionando están abarrotadas con largas filas para comprar garrafones.
“Son de tres a cuatro días que sentimos el impacto de no tener agua, agua para tomar, y de la potable más de 20 días”, expresó Martín mientras esperaba su oportunidad de surtirse del liquido.
Don Héctor, un adulto mayor que habita en uno de los barrios populares de la capital, imploró a las autoridades regularizar el suministro.
“Nos sentimos estafados, el recibo de cobro llega puntual y el servicio muy poco”, lamentó.
El temor crece después de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del Gobierno mexicano declaró el martes el inicio de emergencia por sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para 2022 a nivel nacional.
Las imágenes de La Paz evocan lo ocurrido en Monterrey, la capital de Nuevo León y la segunda ciudad más poblada de México, que desde el pasado mes de febrero vive la escasez de agua, lo que ha dejado a la urbe de cerca de cinco millones de habitantes sin una gota de líquido durante la mayor parte del día.
En La Paz, la Conagua ha detectado una disminución de hasta 15 metros del nivel regular de los mantos acuíferos.
Además, los vecinos critican que el municipio haya cerrado válvulas de distribución para reparar la carpeta asfáltica, lo que se suma al conflicto entre las autoridades y las asociaciones de transportistas de pipas, que están en huelga.
La alcaldesa, Milena Quiroga, ha asegurado que por medio de un pozo particular y pipas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y del Ayuntamiento, la distribución ha comenzado a regularizarse.
“Dicen que no hay desabasto, pero yo miro otra cosa, estamos batallando mucho, he ido a diferentes purificadoras y las he encontrado cerradas porque no hay suministro de agua, ellos tienen otros datos, como siempre”, dijo a Efe Sonia Domínguez, habitante de La Paz.
Como cada año, el fenómeno climático conocido como “la canícula”, llegará entre julio y agosto con los días más calientes y secos del año.
“Lo que pasa en Monterrey debería ser tema de seguridad nacional, porque no es solo esa ciudad, la Ciudad de México debería estar también en contingencia hídrica”, advirtió Luege Tamargo en entrevista con Efe.
Precisó que la situación crítica de escasez de agua en Monterrey es resultado, entre otros factores, de la crisis climática.
“La tierra en este momento vive una emergencia planetaria como consecuencia del cambio climático, el agravio a la biodiversidad y la contaminación y eso afecta principalmente al agua, lo que es además un reto para todos los Gobiernos del mundo”, expresó.
Recordó que los efectos de la crisis climática llevan a puntos extremos como sequías, huracanes y tormentas tropicales extremas.
“No hemos logrado un equilibrio ambiental”, lamentó.
Criticó que los gobiernos, tanto federal como locales, rechacen la inversión y prefieran la desviación de recursos entregando dinero directamente a la gente, cuando deberían destinarlo a servicios como el agua, que es un tema “más importante y trascendente”.
Señaló que es fundamental retomar la Agenda 2030, “una visión a largo plazo y tener una mejor administración de cuencas”.
Asimismo, dijo, se debe lograr una mayor eficiencia en el uso del agua “industrial, doméstico y agrícola, el mayor reto son las unidades de riego”, además de tener una tecnificación “al máximo, invertir en organismos tecnificados, con personal técnico calificado”.
Con información de EFE vía Infobae