CAFÉ NEGRO. POR ARTURO NÁJERA

15 marzo 2022
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POR FIN, ALGUIEN ESTA HACIENDO SU CHAMBA Y DICE NO

El poner como base en parlamento abierto a la Reforma Eléctrica propuesta por AMLO, modificando los artículos 25,27 y 28 de la Constitución, dándole un sentido mañosamente político a su aprobación, ha recibido un revés muy importante, al regresar su análisis al enfoque económico, su trascendencia en las finanzas públicas y su efecto en el consumidor final ya sea doméstico, comercial o industrial.

Los que están haciendo bien su chamba, son los comisionados de la COFECE (Comisión Federal de Competencia Económica) aguantando la fuerte presión de la 4T, demostrando su valía como organismo independiente al poder federal. Su recomendación técnica al Congreso es rechazar esta reforma, ya que, pretende convertir a la CFE en un monopolio natural no regulado.

Los argumentos bien fundamentados, van desde reconocer que esta Reforma Eléctrica que se pretende, frena la libre competencia y deja en manos de la CFE, la generación, trasmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica, dejando a merced de esta empresa a los consumidores dejándolos sin opción de cambio. Lo peor es que advierte que esto está basado en operar viejas plantas con tecnología antigua, altamente contaminantes y va en contra de energías limpias y el futuro del país.

Asimismo, el precio de la luz eléctrica seria mayor por los costos que tendría, afectando la economía del consumidor final y la competitividad las empresas nacionales. Hace mención, de que este tipo de esquemas aplicados en otros países han fracasado por su ineficiencia, incapacidad técnica y económica para atender la demanda presente y futura y trastorna las finanzas públicas.

La COFECE no solo recomienda a los diputados rechazar esta reforma, si no continuar y consolidar un modelo eléctrico basado en la libre competencia acompañado de los elementos de regulación para garantizar el interés público. Esto nos lleva a considerar que la CRE (Comisión Reguladora de energía) no está haciendo su chamba como órgano independiente y técnico, doblegándose al poder ejecutivo, deteniendo proyectos de generación y comercialización de energía eléctrica, que a su vez han retrasado el arranque de parques industriales claves en la creación de empleos y el crecimiento económico del país. Lo que ha fallado, es el marco regulatorio, en el cual tiene que ver mucho esta institución, no que particulares generen electricidad y la comercialicen.

La reforma pretendida no solo convierte a CFE un monopolio no regulado, sino que, también le da facultades de regulación y política pública, desmantelando el marco institucional, dándole la total libertad de establecer tarifas.

Es irracional proponer esta reforma bajo la situación económica y financiera que vive la CFE como empresa gubernamental. En el 2021 registro pérdidas por 95000 millones de pesos y en el 2020 fueron 86000 millones. Su deuda es de 394000 millones. Es por ello, que plantear esta reforma es irresponsable y fuera de toda factibilidad. Como lo mencionamos anteriormente el PRI se acabó a PEMEX, AMLO y Morena quieren pasar a la historia finiquitando a CFE. No hay dinero público para lograr una reconversión de las plantas de CFE.

El discurso populista de regresar a los mexicanos el poder sobre la energía eléctrica es obsoleto y solo lo manejan los políticos que ambicionan más poder. El Congreso no es de Morena, sino lo forman diputados que deben velar por el interés de todos los consumidores, cuidado y lo vean y voten como una facción que solo busca más poder.

Conclusión: angulito de aprobación para la COFECE por “ponerse bien los pantalones” y demostrar su valía con sus recomendaciones, Tacha reprobatoria para la CRE por no hacer su chamba y doblegarse a las presiones de la presidencia. Y para los diputados, la advertencia de que no “vayan a sacar el cobre” y aprueben esta reforma.

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