Emprender como un tiburón
Más que un show de televisión, el programa Shark Tank México es un recurso didáctico para estimular la creatividad entre emprendedores e inversionistas. A pesar de su naturaleza de entretenimiento, el reality logra captar la esencia de la cultura emprendedora del país.
El estrés experimentado al montar un estand ante personas exitosas en el mundo de los negocios, refleja fielmente las tensiones que enfrentan los emprendedores mexicanos en su búsqueda casi épica de financiamiento y apoyo para lanzar sus productos.
La tarea de persuadir a los «tiburones» es tan desafiante como convencer a los ejecutivos bancarios para que aprueben un crédito, lo mismo que a funcionarios gubernamentales para que brinden ayuda y acompañamiento.
Desafortunadamente, la realidad es muy distinta a la televisión. Según algunos organismos especializados, la actual agenda gubernamental no prioriza la promoción del emprendimiento.
El más reciente informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM), considerada una autoridad en la evaluación de ecosistemas de emprendimiento, ubica a México como uno de los países donde los emprendedores enfrentan los mayores desafíos para desarrollar una empresa. Los principales obstáculos al emprendimiento y la innovación incluyen la falta de políticas públicas efectivas y barreras para el financiamiento.
Sin embargo, las autoridades mexicanas responsables de formular políticas públicas enfrentan un obstáculo aún mayor cuando se trata de emprendimiento. Para el GEM, la Educación Empresarial en la Escuela es la condición peor calificada, ubicándose en el puesto 48 entre 49 naciones evaluadas.
En mi opinión, fomentar una cultura emprendedora es una parte crucial de la política pública. Los países con mayores índices de emprendimiento son aquellos que priorizan la enseñanza en valores de superación, al tiempo que fomentan la creatividad desde la edad escolar. A medida que se desarrollan las habilidades de lectura y matemáticas en la escuela, también deberían hacerlo la inspiración y el ingenio emprendedor.
No se trata de formar empresarios en las escuelas, para eso existen institutos dedicados a ese propósito. El objetivo es cultivar los valores que definen a los emprendedores. Esto sería de gran ayuda para que las personas sorteen los obstáculos que surgen en sus vidas cotidianas.
Estos valores son aplicables en diversos aspectos de la vida, pero tienen una importancia especial en los negocios. En particular, la superación personal, la capacidad de sobrellevar fracasos y la determinación para desarrollar proyectos son atributos clave. Justo las herramientas para atrapar “tiburones”.
Para aquellos que opten por embarcarse en una carrera empresarial o arrancar un proyecto social, este enfoque resultará muy valioso para obtener financiamiento, desarrollar nuevos negocios y promover eficazmente sus productos y servicios.
En respuesta, Morena presentó una iniciativa ante la Cámara de Diputados en abril de 2023 para expedir la Ley Federal de Emprendimiento. El principal objetivo de la ley es promover la cultura emprendedora y crear el Instituto del Emprendimiento.
El proyecto legislativo incluye elementos para abordar los desafíos identificados por el GEM, como la ausencia de políticas públicas que fomenten una atmósfera propicia para la innovación y el emprendimiento.
Cabe mencionar que esta iniciativa reconoce la importancia de crear una entidad pública que brinde apoyo a emprendedores y PYMES.
Enmendar es de sabios porque un organismo similar desapareció años atrás. Quizás un nuevo espíritu emprendedor recorra México en los próximos años.