Un misterioso alijo de 120 lingotes de oro encontrados en un tren suizo está siendo entregado a la Cruz Roja, dijeron los fiscales el viernes, después de que los esfuerzos para rastrear al propietario llegaron al final de la línea.
En octubre de 2019, un empleado encontró un paquete en un tren que viajaba de San Galo a Lucerna, informó la fiscalía regional de Lucerna en un comunicado.
Entre las etiquetas del paquete estaban las palabras “objetos de valor del CICR”, en una aparente referencia al Comité Internacional de la Cruz Roja con sede en Ginebra.
“El paquete contenía 120 lingotes de oro… que estaban etiquetados con un logotipo y números de serie”, decía el comunicado, añadiendo que el peso total del alijo era de 3,7 kilogramos.
No dijo cuánto valía el alijo, pero los lingotes de oro de 24 quilates se venden actualmente por alrededor de 60.000 dólares el kilo.
“A pesar de las extensas investigaciones, no se pudo determinar el propietario de los lingotes de oro”, dice el comunicado.
“Por lo tanto, no se pudo determinar ni el propietario del oro ni una conexión con un posible delito contra la propiedad”, y los fiscales cerraron el caso.
“Dado que el oro estaba en un paquete dirigido al CICR, se puede suponer que el propietario desconocido quería entregar el oro a esta organización. Por tanto, el hallazgo fue entregado al CICR”.
Oro para vender
El CICR dijo que aún no había recibido el oro pero que tenía intención de vender los lingotes para ayudar a financiar sus operaciones en todo el mundo en lugares afectados por la violencia y el conflicto.
“Extendemos nuestro agradecimiento por esta generosa contribución al CICR, que desempeñará un papel vital en el sostenimiento de nuestras operaciones humanitarias globales”, dijo la organización en un comunicado.
“La donación recibida contribuirá significativamente a financiar las operaciones mundiales del CICR, dedicadas a proteger y ayudar a las personas más vulnerables afectadas por la guerra y la violencia”.
Agregó que si bien la organización valoraba todo el apoyo, pidió que las donaciones se hicieran a través de los métodos habituales.
El CICR, que cuenta con 20.000 empleados repartidos en más de 100 países, ha tenido que apretarse el cinturón este año.
La organización, fundada hace 160 años, pidió inicialmente a los donantes 2.800 millones de francos suizos (3.150 millones de dólares) para su trabajo en 2023.
Pero el CICR anunció en abril que se enfrentaba a una crisis de financiación y que recortaría 1.500 puestos de trabajo en los siguientes 12 meses en un esfuerzo por reducir costos.
Revisó su presupuesto a dos mil millones de francos.
El CICR atribuyó la culpa a una caída prevista en los presupuestos de asistencia humanitaria durante los próximos dos años y dijo que los recortes incluirían el cierre de al menos 20 de sus 350 ubicaciones en todo el mundo.
Advirtió en marzo que de sus 10 operaciones más importantes (Afganistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Irak, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria, Ucrania y Yemen) sólo Ucrania parecía estar lista para recibir financiación total este año.
(Con información de AFP) vía Infobae