Algo que vale la pena leer  ALBERTO BOARDMAN

24 noviembre 2023
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Memorias de Napoleón

“Se siguen mis leyes en Europa, se imitan mis instituciones, mis monumentos se concluyen, se remeda mi política y hasta la etiqueta de mi palacio se conserva: mi gobierno no era pues tan absurdo ni tan malo como se ha querido decir».  Napoleón.

A propósito de la recién estrenada película dirigida por Ridley Scott, que promete ser una de las favoritas al Óscar del próximo año: “Napoleón” protagonizada por el multipremiado Joaquín Phoenix en el papel del famoso general y líder francés, esta semana recomendamos un libro imperdible en las lecturas del mítico personaje: “Memorias de Napoleón escritas por él mismo; seguidas de juicios de Napoleón sobre sus contemporáneos; máximas y pensamientos del prisionero de Santa Elena”, editorial Desván de Hanta; publicado en España, en una primera edición de 2014, y una última reimpresión en 2021; prólogo de Ralph Waldo Emerson y una edición a cargo de Pedro Gómez Carrizo.

Y es que la mejor manera de entender los “cómo y porqué” se tomaron decisiones y se cambió el rumbo de la historia, es en voz del propio protagonista y de los cercanos a él durante su época, como el propio Napoleón sentencia: «Mi última abdicación no ha sido comprendida en Europa, porque no se saben los motivos que me movieron a hacerla».

Durante la introducción, Gómez Carrizo, enfatiza lo valioso del contenido compilatorio de la edición, porque si algo preocupó a Napoleón durante sus últimos días, exiliado, enfermo y preso, fue no dejar a la suerte lo que la historia pudiera luego, contar sobre él: “En lugar de temor a la historia, yo la invoco”. 

Este esfuerzo, produce las confesiones y motivaciones del creador del Código Civil con el que comenzó en cascada la producción jurídica de todo el mundo. Parte de esta producción autobiográfica sucedida en Santa Elena de 1815 a 1821, se suma a una gran cantidad de juicios de sus contemporáneos, que van desde: soberanos, eclesiásticos, artistas, sabios, príncipes, jurisconsultos y por supuesto, militares. 

La última batalla de Napoleón fue peleada en el territorio de las letras, la desventaja fue asumir en ese momento, no el papel de vencedor, sino el de vencido. Pero estaba en juego contar su propia historia y pasar a la posteridad. Y eso lo motivó, a triunfar de nuevo.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector. 

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