Algo que vale la pena contar ALBERTO BOARDMAN

10 noviembre 2017
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boardman33

Según uno de mis maestros favoritos de física cuántica, Michio Kaku, los seres humanos somos los únicos que poseemos un tercer nivel de conciencia. En el primer nivel encontramos simples percepciones y sentidos básicos de supervivencia, nivel que también poseen animales y plantas. El segundo nivel se refiere a las emociones: felicidad, ira, miedo y capacidad de asociación en grupos, aquí solamente quedan ya, animales y personas. Y finalmente el tercer nivel precisa que los seres humanos somos los únicos capaces de realizar simulaciones hacia el futuro, tenemos capacidad de planear, tomar en cuenta el factor tiempo y programar nuestras acciones de manera premeditada para trazar el rumbo de nuestra vida.

            Ahora bien, en nuestra actualidad, ¿realmente los seres humanos están pensando en el mañana y hacen algo por él? La respuesta es dividida, sólo muy pocos (un 5%) ejercitan este nivel conciencia, la gran mayoría vive tan sólo «el día a día». No tener claro nuestro papel en un futuro nos lleva a realizar desde actos temerarios, hasta desestimar el valor de la vida y el respeto por los demás. Por eso derrochamos recursos y encontramos cada vez con mayor frecuencia sujetos que sin el menor atisbo de sentimientos o escrúpulos, atentan contra todo.

            Llegamos a un límite. La vida en ese constante presente relativo resulta mucho más fácil, pero carece de valor. ¿Para qué aprender y esforzarse, si todo se entrega hecho y es desechable? El comodismo intelectual vive su mayor apogeo. Todo lo que nos va rodeando como civilización demuestra ese desdén: La triste devaluación de la capacidad de asombro. Realitys televisivos, competencias que terminan humillando a los participantes, escenarios de representaciones burlescas que denigran la condición humana, las conversaciones diarias en el trabajo, con la familia y amigos van por el mismo rumbo: la intrascendencia. Apenas un cinco por ciento de los seres humanos está aprovechando el privilegio de ese tercer nivel de conciencia.

            Es triste que la gran mayoría se ufane de tener la conciencia limpia, por la única razón de nunca usarla. Finalmente hemos dejado de mirar.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

Contacto: [email protected]

Respuesta a Algo que vale la pena contar ALBERTO BOARDMAN

  1. otro q no valora al ser humano¡¡, el nivel ne conciencia del que habla es el que planea revoluciones e inventa el futuro, por eso el sistema en el que vivimos esta diseñado especificamente para evitar ese estado de conciencia…
    lo que sobra son sabelotodos que por no tener las mismas carencias que la mayoria les alcanza para pensar un poco pero nunca lo suficiente para dejar de ser una pieza mas en el aburrido mundo del hombre…

  2. Pingback: jose

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