A la caza de narcos: Trump quiso desplegar militares en México por masacre de Bavispe

19 octubre 2021
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Además de catalogar a los narcos como terroristas, el entonces presidente Donald Trump consideró la idea de enviar militares a México, luego de la masacre en Bavispe, Sonora.

Reportes del New York Times revelaron que el plan estaba siendo discutido en el alto mando de las Fuerzas Armadas estadounidenses, pues esa no fue la primera vez en que se había insistido en el despliegue de elementos castrenses.

Meses más tarde del ataque en Sonora, durante la pandemia de coronavirus, también se consideró el envío de 250 mil agentes para blindar territorio norteamericano. No obstante, los asesores militares descartaron la idea.

Previamente se había conocido la intención del magnate para designar como terroristas a los narcos mexicanos, pero fue disuadido de ello, en parte, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La masacre de noviembre de 2019 en Bavispe dejó como saldo la ejecución de tres adultas y seis menores de edad de las familias LeBarón, Miller, Johnson y Langford. Las víctimas tenían nacionalidad estadounidense y fueron atacadas a balazos por cárteles para desestabilizar la zona.

A raíz de ello, Trump esparció la idea de enviar militares, pero los mandos dijeron que eso sería calificado como invasión contra su principal aliado comercial y en el combate al narcotráfico. Sería un acto de guerra ante el mundo.

Al interior de la Casa Blanca había preocupaciones de que el presidente estuviera sugiriendo el uso unilateral de los soldados para perseguir a los grupos del narcotráfico sin pedir el permiso del gobierno mexicano.

Trump ya había presionado para que fueran enviadas tropas a cazar cárteles de la droga, tal como se han rastreado terroristas en Afganistán o Pakistán, según comentaron funcionarios bajo condición de anonimato al NYT.

Stepehen Miller, arquitecto de inmigración de Trump, ordenó que se calculara la cantidad de tropas para sellar la frontera con México. No está claro si la conclusión fue del Pentagono o del Departamento de Seguridad Nacional, pero finalmente dijeron que serían necesarios 250 mil militares.

Al enterarse, en la primavera de 2020, el secretario de Defensa Mark T. Esper se alarmó al punto de la indignación. Habían pasado por alto su oficina y se estaba evaluando ese despliegue directamente con el Comando Norte. En aquel entonces incrementaban los contagios de COVID-19.

El plan nunca se presentó formalmente al presidente para su aprobación, pero se discutió en la Casa Blanca, explicó el New York Times. Esper fue quien puso fin a las aspiraciones.

Para entender el planteamiento, 250 mil soldados estadounidenses son más de la mitad de elementos activos en su Ejército. Incluso sería más del doble de tropas que estuvieron en Afganistán durante el apogeo de la guerra, cuando hubo hasta 100 mil hombres y mujeres. En Irak, la presencia de EEUU sumó hasta 170 mil agentes.

“Enviar 250,000 soldados a la frontera, muchos de los cuales atraviesan tierras difíciles y no desarrolladas, también habría requerido un enorme esfuerzo logístico para albergar y alimentar a las tropas”, apuntó el informe del NYT.

La obsesión de Trump por cerrar la frontera incluyó una fosa llena de caimanes, preguntó sobre disparar en la pierna a los migrantes y sus asesores consideraron un rayo de calor para calentar la piel de quienes quisieran ingresar a EEUU.

Finalmente usó una regla de Salud Pública para negar el asilo a los migrantes durante la pandemia que sigue vigente.

Las ideas que se discutieron esa primavera subrayan la visión de la administración trumpista de las fuerzas armadas como una herramienta de la presidencia que podría ser utilizada en nombre de la agenda política interna de Trump en un año electoral

En su libro, “A mitad del camino” (2021), López Obrador narra cómo disuadió a su homólogo norteamericano de calificar de terroristas a los narcos de México, porque ello significaba intervenciones a la soberanía.

El tabasqueño aseguró que Trump ofreció ayuda estratégica militar que fue rechazada ante el ataque en Bavispe. Ahora se sabe que el presidente estadounidense no solo pretendía la cooperación binacional, sino la invasión extranjera.

 

Información de: Infobae

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