Kolinda Grabar-Kitarovi la presidenta de Croacia en el mundial de Rusia.

12 julio 2018
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 Kolinda Grabar-Kitarovi era un nombre bastante desconocido en Europa hasta hace unos días. Pero el Mundial de Fútbol funciona también como una pasarela de líderes políticos: en los palcos rusos ha hecho negocios con Putin un príncipe saudí, ha sufrido el Rey Felipe y ha saltado a la fama la presidenta de Croacia gracias a sus bailoteos cada vez que su equipo marca.

Grabar-Kitarovi, de 50 años, preside el país balcánico desde enero de 2015. Es la primera mujer en ese puesto y habla español con fluidez, además de inglés y portugués. Estos días se ha revelado como una hincha apasionada de su selección, lejos de las formalidades que rigen en la tribuna presidencial. Ha asistido a partidos desde la grada, mezclada con la afición y vestida con la camiseta del equipo. Estas jornadas de gritos y emoción se las ha descontado de los días trabajados como presidenta: «Cuando animo al equipo me gusta hacerlo de una manera que a veces puede ser un poco inapropiada en la zona vip».

La noche de la victoria ante Rusia tenía que estar en el palco, pero pidió llevar los colores nacionales. Los anfitriones se lo permitieron, y su celebración vestida a cuadros rojos y con los brazos en alto ha dado la vuelta al mundo.

Tras eliminar a Dinamarca incluso bajó al vestuario a celebrarlo junto a los jugadores después de que éstos consiguieran la clasificación a las semifinales. Sime Vrsaljko sólo llevaba el pantalón y las medias puestas. Tenía el torso desnudo y apenas acertó a extender su mano a la presidenta, que le dio un efusivo abrazo. Y así uno por uno.

Las imágenes de sus celebraciones se hicieron virales esa misma noche. Vestida con la popular camiseta, la presidenta croata fue la primera jefa de Estado en bailar en el palco, donde estuvo acompañada por Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

La marchosa presidenta tiene un título de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Zagreb. Estudió en Europa y en EEUU, donde años después sería embajadora. Según la revista Forbes, Grabar-Kitarovi está en el puesto 39 de mujeres más poderosas del planeta.

Durante el Mundial, ha circulado en redes sociales una foto de una mujer en bikini, identificada como la presidenta de Croacia. Pero la exuberante mujer de la foto viral que se ve en una playa es Nicole ‘Coco’ Austin, modelo estadounidense y esposa del músico y actor Ice T.

La presidenta croata, que llegó a Moscú en un vuelo regular pagado de su bolsillo, ha asistido a casi todos los partidos del Mundial. Sólo se perdió la victoria ante Inglaterra por estar ya en la cumbre de la OTAN. Ahí la mandataria ha aprovechado para entregar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la camiseta de la selección croata: le ha entregado el dorsal número 10, con su apellido serigrafiado. Ese número es el que luce el delantero Kramaric. La presidenta también le ha regaló a la primera ministra británica, Theresa May, la camiseta con el número 10, justamente el que usa el jugador del Real Madrid, Luka Modric, en la selección croata.

Croacia ha pasado por primera vez a una final de la Copa del Mundo donde se enfrentará el próximo domingo, a la que fuera campeona en 1998, Francia, tras derrotar a la selección inglesa. Los medios británicos calificaron de «autogol» el hecho de que May accediese a posar con la camiseta de quien sería después su ‘verdugo’ en semifinales (2-1).

Hemos seguido el partido durante la cena, dijo radiante al entrar en una de las reuniones de la OTAN. Curiosamente, compartía mesa con el presidente francés, Emmanuel Macron. Ambos se volverán a ver en el estadio Luzhniki de Moscú en la final del domingo, cuando Croacia y Francia se disputarán la copa del Mundo.

Cercana, sonriente y cosmopolita, llegó al poder con el 50,7% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones como candidata de la Unión Democrática Croata, un partido conservador. Sin embargo, se ha pronunciado a favor del colectivo LGTB, del derecho al aborto y de las medidas para luchas contra el cambio climático. Tiene dos hijos (Katarina Kitarovi, patinadora profesional, y Luka Kitarovi). De cara a la final, confía en la victoria: «El domingo ganaremos». Ella pondrá de su parte volviendo a vestir su talismán: la camiseta a cuadros de su país.

Información de: el mundo.es

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