Desde Palacio Nacional corren rumores respecto a la inminente renuncia de Rocha Moya, su permanencia es ya dañina a nivel nacional para la imagen de Morena.
Si bien orillarlo a su salida también dejaría en claro lo malo que pueden ser los gobiernos de la 4t dejarlo presume complicidad, contubernio, ilegalidad y una falta a la vieja frase de que el pueblo pone y el pueblo quita.
Ruben Rocha Moya a ocupado múltiples cargos, su cercanía y compadrazgo con López Obrador es incuestionable.
Según encuestas en lo que lleva de gestión el Gobernador a sumado un alto porcentaje de repudio al grado de ser considerado en peor de la historia.
Es evidente que la violencia no terminará con la salida de Rocha Moya pero de menos ello dará sosiego al reclamo popular, alguna figura nueva que actúe con menor cinismo y al menos simule preocupación a un problema que esta dañando al comercio, el turismo y la tranquilidad de los ciudadanos daría un respiro a la golpeada imagen presidencial.