-
Echa el aceite en una olla y cuando esté caliente añade el ajo y la cebolla. Cocina a fuego medio-alto hasta que se doren, removiendo de vez en cuando. Si no quieres usar aceite, puedes añadir un poco de agua o caldo para cocinar las verduras.
-
Añade la harina y cocina durante 1 ó 2 minutos, removiendo constantemente.
-
Echa el resto de ingredientes, remueve y cuando rompa a hervir, baja a fuego medio y cocina unos 20 minutos.
-
Bate con ayuda de una batidora de mano (o de vaso) y sirve inmediatamente (yo la serví con pan tostado y perejil fresco troceado) o guarda las sobras en la nevera durante 5-7 días.