
Lluvias y cortos de energía eléctrica.
En los últimos días las fuertes lluvias y la incapacidad de suministro de la CFE viene generalizando los apagones, ellos al igual que en Saltillo sucede en una gran cantidad de entidades en todo México.
Al final el problema no para solo en quedar unas horas o días sin electricidad sino que escala a daños en parados eléctricos, perdida de comidas o alimentos que requieren refrigeración, en un hogar igual la perdida no resulte muy considerable pero en los negocios pequeños o medianos que venden productos que requieren mantener a baja temperatura la situación cambia.
Hace 7 u ocho años la CFE llego a alcanzar un buen nivel de profesionalismo, atendían de manera inmediata los reportes, utilizaban de forma eficiente las redes sociales manteniendo interacción con los usuarios, modernizaron sus oficinas, los espacios se veían limpios, la incorporación de cajeros que funcionaban las 24 horas recibiendo efectivo o tarjeta resultaba de mucho beneficio para quienes trabajan o tienen ocupado su día.
Hoy todo parece ir en reversa, en las redes sociales ya no contestan, la atención a cliente es deficiente, la respuesta para atender problemas relacionados con fallas eléctricas es lenta, las oficinas se ven viejas y con poco mantenimiento, los cajeros nunca funcionan en su totalidad y ademas después de ciertas horas solo se puede pagar con tarjeta.
Tal como sucede en Cuba, debemos irnos acostumbrando a los apagones, si cae la lluvia genera fallas en los sistemas, si no llueve aumenta el calor y la CFE resulta sin capacidad de suministro.
Impartir justicia adecuadamente.
Queda claro que valorada de forma individual la impartición de justicia en Coahuila resultaría reprobada, si se compara con los todos los Estados de la República sin duda quedaríamos como sobresalientes, pero eso no es el chiste, de nada sirve ser el menos peor entre los malos.
Con las jaladas de la reforma Judicial Coahuila tiene una enorme oportunidad para catalogarse en los primeros lugares de eficiencia en impartición de Justicia, aquí no habra tanto cambio, no llegaran neófitos, ignorantes, apadrinados o delincuentes a operar como jueces y magistrados, claro que tenemos de todo, también existen unos que andan mas en la grilla que en su trabajo pero seguro no padeceremos tantos problemas como en otros lugares.
Justo es cuando se deben abrir mayor número de juzgados, evitar la sobrecarga que dilata todos los procedimientos, cambiar la actitud de jueces, secretarios y en general de todos quienes trabajan en un juzgado, que tengan criterio para que en lugar de ir apilando juicios sin resolver se encarguen de darles trámite.
Hoy por citar un ejemplo existen juicios sucesorios intestamentarios donde no existe conflicto o litigio que tienen 30 años y aun no se puede designar herederos, todo por culpa de los juzgadores.
Urge invertir en drenaje pluvial.
Enterrar dinero en obras que no se ven es algo que no gusta a los gobernantes en turno, invertir en infraestructura hidráulica es caro, genera caos vial y la gente no la aplaude pues queda enterrado y al poco tiempo nadie se acuerda que se trabajo.
Pero la realidad en Saltillo es que ya urge que se ponga atención, ya dieron permisos para fraccionar toda una zona al norte de la ciudad que originalmente fue campos de cultivo rodeado de arroyos y que aprovechaban el paso de corrientes o escurrimientos de agua provenientes del sur, eso ya ni remedio, ahora tienen que tomar el toro por los cuernos y meterle dinero al drenaje, en tanto no se realice los problemas continuaran en aumento.
Son millones de perdidas en pavimentos, arreglos de arroyos, casas que sufren daños estructurales, autos descompuestos, bardas caídas, fraccionamientos y hogares inundados, ya arreglen el asunto.
De poco sirve andar rezando por que no llueva o ir a parchar parches y poner cintas amarillas en las calles aledañas a los arroyos por el deslizamiento, eso es el cuento de nunca acabar.
A mí mis timbres, a Dios rogando y con el mazo dando.