La presencia de esta variante ha activado las alertas a nivel mundial y en México ya se ha reportado un caso confirmado.
La gripe H3N2 es una infección respiratoria causada por un subtipo del virus de la influenza A. Este virus forma parte de los distintos tipos de gripe estacional que afectan a personas cada año.
El subtipo H3N2 se caracteriza por su capacidad de mutar con rapidez, lo que contribuye a la aparición de brotes epidémicos y dificulta la inmunización permanente de la población.
Los síntomas que produce son similares a los de otras variantes de influenza: fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, tos, congestión nasal, dolor de garganta y malestar general.
El virus H3N2 fue identificado por primera vez en humanos en 1968 y desde entonces ha provocado varias olas de gripe en todo el mundo.
En algunos casos, la llamada “súper gripe” puede derivar encomplicaciones graves que incluso pueden causar la muerte por problemas respiratorios, especialmente en grupos vulnerables.
Es por eso que aquí te decimos quienes son los grupos de personas que deben tener mayor precación y prevenir un contagio.
Quiénes son los grupos vulnerables que deben tener más precaucion con la gripe H3N2 en México
En México, la gripe H3N2 representa un riesgo significativo para ciertos grupos considerados vulnerables debido a su mayor probabilidad de presentar complicaciones graves.
Estas poblaciones requieren una atención especial y la adopción estricta de medidas preventivas.
Entre los principales grupos vulnerables se encuentran los adultos mayores de 60 años. Este sector de la población suele presentar un sistema inmunológico menos eficiente, lo que aumenta la probabilidad de que la infección derive en neumonía u otras complicaciones respiratorias graves.
Los niños menores de cinco años también forman parte de este grupo, ya que su sistema inmunitario aún se encuentra en desarrollo y pueden sufrir cuadros severos con mayor facilidad.
Particularmente en México, donde actualmente vivimos un brote, también deben tener especial cuidado aquellos niños que también hayan sido contagiados con sarampión ya que su sistema inmune se en cuentra particularmente debilitado.
Las mujeres embarazadas deben prestar especial atención a la prevención, porque los cambios fisiológicos durante la gestación pueden hacerlas más susceptibles a infecciones y complicaciones.
Las personas que viven con enfermedades crónicas, tales como diabetes, hipertensión arterial, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia renal o cardiopatías, también están en mayor riesgo. Estas condiciones pueden agravar el impacto del virus y dificultar la recuperación.
El personal de salud, así como cuidadores de pacientes, está expuesto de manera constante al virus y, en consecuencia, tiene una mayor probabilidad de contraerlo y de transmitirlo a personas vulnerables.
Además, las personas con obesidad y quienes padecen inmunosupresión, ya sea por tratamientos médicos o enfermedades, requieren precauciones adicionales.
Estos grupos presentan mayor riesgo de complicaciones graves, como neumonía, descompensación de enfermedades crónicas y hospitalización.
La principal medida de prevención es la vacunación anual, ya que las vacunas contra la gripe estacional suelen incluir protección contra el H3N2 junto con otros subtipos circulantes.
Otras acciones recomendadas incluyen el lavado frecuente de manos, la ventilación de ambientes y evitar el contacto cercano con personas enfermas.


