El gobernador de Tamaulipas y padre del delegado de Morena en Coahuila se encuentra a un paso de que pidan su renuncia, los escándalos que lo ligan con la corrupción y su conformidad con actividades delictivas lo mantienen el la mira de la presidente Claudia, del Garcia Harfuch y del gobierno de los Estados Unidos. 

Es Américo Villarreal y Rubén Rocha Moya los dos peores Gobernadores de Morena, incluso ni el descaro e implicaciones con actos de corrupción de Rocío Nahle le igualan en la carga de negativos que suman a las siglas del partido en el poder. 

Primero fueron los señalamientos por presuntamente recibir dinero de grupos criminales para financiar su campaña, después la descarada violencia en el Estado, le siguió la manera tan descarada e impune con que actúan los grupos criminales bajo su consentimiento viniendo después el homicidio del delegado de la fiscalía general de la república mediante un acto terrorista donde se utilizaron explosivos. 

Pero la gota que parece haber derramado el vaso es su complicidad con una de los criminales recientemente extraditados por orden de los Estados Unidos a su territorio, sujeto a quien la administración de Américo Villarreal favoreció con contratos millonarios, negocios que hoy salen a la luz publica. 

En igual forma y no menos delicado para su reputación  son los lujos y constantes viajes en aviones privados de su hijo Américo Jr, quien acorde a su propia declaración patrimonial no cuenta con la manera de sufragar esos enormes gastos. 

Ante la Presión que ejercen los Estados Unidos sobre la Presidente Claudia Sheinbaum todo parece indicar que por mas que quiera continuar otorgando impunidad a sus gobernadores uno de ellos deberá caer, todo indica que será justo el de Tamaulipas el primero.