Lo que estamos a punto de ver en pocos días resultara sin duda un suceso histórico y distinto para México en un cambio de poder sexenal, si bien tendremos a la primera mujer Presidente ello pasa por cuestiones circunstánciales a segundo término. 

Una sociedad polarizada, la conciencia colectiva de una democracia que deja de existir, la entrada en un régimen totalitario y un país que se divide entre quienes reciben una dádiva y se ciegan a todo lo demás confrontados con otra parte que entiende la tragedia que estamos por enfrentar ante lo evidente de un totalitarismo ya vivido en tiempos de antaño y que significo el peor cáncer para nuestro País. 

Aunado a lo anterior es visible un México convulsionado que sufre los estragos de una revolución disfrazada de transformación en donde la violencia impera, un país que por conveniencia electoral fue entregado al narco-tráfico dandole la oportunidad de crecer y avanzar bajo la única solicitud de actuar sin calentar las plazas pese a que se sabia que ello no era viable. 

La toma de protesta se realizara en medio de balaceras, enfrentamientos y el miedo de cientos de miles de ciudadanos que viven en las diferentes entidades federativas destacando por supuesto las gobernadas por Morena. 

Marchas, protestas, reclamos, homicidios, desaparecidos, negocios que quiebran, opacidad y otros datos muy distintos a la realidad que en las calles se padece. 

Sin instituciones que den certidumbre jurídica, con un ejercito ambicioso y sobajado a base de contratos, dinero o chantaje que  se apura mas por asistir a eventos proselitistas o firmar jugosos contratos bajo el amparo de la seguridad nacional y que es incapaz de traer la paz, en un enfrentamiento verbal con nuestros socios comerciales y con el fantasma del socialismo rondando sin duda tendremos un evento histórico que ademas fue enmarcado con un día de asueto obligatorio. 

El próximo primer día de Octubre podríamos ver una linea divisoria entre el México que conocemos y el que deberemos enfrentar, por lo pronto el panorama al igual que los escenarios no son alentadores.