DOMINGO DE LEYENDAS: EL ESTRECHO DE ANIÁN

25 mayo 2025
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Desde los tiempos de la antigua Grecia se creía que la Tierra era una esfera dividida en cuatro hemisferios rodeados por agua y por lo tanto existía un paso por la parte norte que comunicaba Europa con Asia. Esta idea persistió durante muchos años y geógrafos y cartógrafos lo incluyeron en sus globos terrestres y mapamundis.

En la época de los descubrimientos iniciado por Fernando de Magallanes, García Jofre de Loaiza, , Juan Sebastián Elcano, Alvaro Saavedra Cerón y otros navegantes, siempre estuvo presente encontrar ese mar abierto que comunicaba el Océano Atlántico con el Océano Pacífico. Los cartógrafos europeos denominaron el paso como ―fretum arcticum‖ localizado entre el continente de Norteamérica y el Polo Artico.

El paso del norte conocido también como el Estrecho de Anián fue motivo de intensa búsqueda por parte de los tripulantes de los barcos españoles, estimulados por el interés de la monarquía hispana la cual deseaba encontrarlo para reducir el tiempo de los galeones de Filipinas, de España al continente asiático. Pero, además, porque descubriéndolo evitarían que otras naciones se apoderaran de él constituyendo una amenaza para el poderío español.

El vocablo Anián procede de Aniu que aparece en los viajes de Marco Polo a China en los finales del siglo XIII. En el año de 1559 Giácomo Gastaldi usó por primera vez el término Ania en un documento. Su primera ubicación geográfica apareció en 1566 en un mapa de Zaltieri haciéndolo aparecer como Streto de Anian.

Dos relatos fantasiosos, uno de Juan de Fuca y el otro de Lorenzo Ferrer Maldonado hicieron creer que el paso de Anián era una realidad, ya que ellos declararon haberlo descubierto y recorrido. La historia es la siguiente:

En 1557, Juan de Fuca—su nombre era Apostolos Valerianos— relató que el Virrey de Nueva España lo había seleccionado para que

condujera una expedición integrada por tres barcos y cien hombres, que tendría por objeto descubrir el Estrecho de Anián. Dijo Fuca que esta primera tentativa había fracasado a causa de un motín, pero que en 1592 había sido enviado de nuevo en un barco y una lancha con las cuales llegó a un punto de la costa de California, encontró el paso y navegó por él durante veinte días, pasando por una región rica en oro y perlas, hasta llegar finalmente al Océano Atlántico.

En 1609, se revivió la fantasía geográfica del Estrecho de Anián. Un personaje llamado Lorenzo Ferrer Maldonado, presentó al rey un extenso memorial en el que describía el Estrecho y proponía los medios para su ocupación . Aseguraba que había llegado al Océano Pacífico navegando por ese paso, y que en esa región la temperatura era templada y algunas veces caliente. Que había muchos árboles que daban frutas todo el año y abundantes venados, conejos, puercos salvajes, peces y ballenas. Afirmó que el Estrecho estaba siendo usado por otras naciones, por lo que era urgente que España lo controlara para su beneficio, iniciando el comercio directo con China, Filipinas, Quivira y California.

Aunque el relato de Ferrer no se tomó en cuenta, sirvió para despertar el interés por las exploraciones del Pacífico, orientadas entre otras cosas al descubrimiento de las islas Rica de Oro y Rica de Plata, otro de los mitos de esa época.

Ya en el año de 1629, Fray Antonio de la Ascensión, quien había acompañado a Sebastián Vizcaíno en sus viajes de exploración por las costas de la península californiana, escribió al rey refiriéndose al Estrecho de Anián: ―Por esta parte tiene este reino por la parte norte el reino de Anián, y por la de Levante la tierra que se continúa con el reino de Quivira; y por entre estos dos reinos pasa el estrecho de Anián…”

Poco a poco y conforme las exploraciones se ampliaban a todo lo largo de las costas y se estableció la comunicación con Asia por medio del galeón de Filipinas, la inquietud por el Estrecho de Anián fue desapareciendo hasta quedar como un mito más de la antigua California.

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