Entre las leyendas que guarda Coahuila, la de las bolas de fuego que aparecen en el cielo nocturno es una que se remonta a siglos en el pasado.

Estas bolas de fuego aparecen en leyendas desde el norte al sur México, pero en Coahuila destacan por la versión que se cuenta de estas.

Se dice que desde la época colonial unas bolas de fuego aparecían por las noches cuando era luna llena, de las que las personas creían eran nahuales o aves malignos.

Según la leyenda, los nahuales, brujos que tienen la capacidad de transformarse en animales, al realizar encantamientos por cuatro noches seguidas aprovechando que “signos infaustos rodeaban las conciencias” lograban transmutarse en las bolas de fuego los que

Además de eso, hacían muñecas de barro o trapo que llenaban de púas de maguey y ocultaban en cuevas; daban venenos vegetales produciendo trastornos; hacían mal de ojo y con la mirada lograban robar la salud a los niños haciéndolos morir.

Otras versiones cuentan que en lugar de nahuales eran brujas mujeres quienes se robaban a los niños no bautizados para hacerse más jóvenes, al acabar con las poblaciones luego recurrían a los animales del monte, , terminando por transformarse en animales y adquiriendo sus características “entre más animales chupaban más alebrijes parecían”, narra el cortometraje Las brujas de fuego (2017).