
En su desesperada búsqueda de frenar la terrible inflación que se padece en México el gobierno federal actúa de forma permisiva con respecto a la entrada ilegal de ganado y la exportación de carne tanto de manera regular como irregular, una forma artificial de conseguir que el grueso de los ciudadanos puedan continuar adquiriendo carne, es decir que no se den cuenta que con los salarios o ingresos promedios incluir carne en su alimentación es ya imposible.
El primer daño que les causaron a los ganaderos mexicanos fue la contaminación del ganado nacional con gusano barrenador, miles de cabezas de ganado cruzaron por las fronteras, animales provenientes de países sudamericanos, ganado sin cumplir ningún tipo de regulación sanitaria que cruzo las fronteras gracia a la corrupción aduanal, si bien en México el gusano barrenador se encontraba erradicado la enorme cantidad de cabezas de ganado que cruzaron ilegalmente contamino a las reces nacionales causando el cierre de las fronteras con Estados Unidos lo que impide su venta y comercialización en dicho país.
No contentos con el enorme daño descrito ahora están permitiendo la importación excesiva de carne proveniente de Brasil, en lo que va del año han ingresado 63 mil toneladas de carne lo que genera un Dumping que afecta a los productores locales a quienes les es imposible competir en precio con el producto Brasileño.
Recordemos que Brasil tiene una enorme disponibilidad de tierras de pastoreo, bajos costos laborales, apoyos gubernamentales y una alta volatilidad de su moneda, factores que reducen los precios de sus productos por los suelos.
De nueva cuenta el Gobierno de Morena aplica la máxima que alguna vez utilizó FORD con su modelo Pinto, a la 4t le sale mas barato acabar con los ganaderos y ganar su repudio que generar el descontento en su base de votante al darse cuenta de la pésima situación económica en el país y de lo caro que le salen las becas del bienestar.