El Club de Lectura de David Bowie 

Siempre me resulta interesante y divertido recomendar un libro que, a su vez, recomienda libros. David Robert Jones (mejor conocido como David Bowie), amén de gran cantautor, actor, productor y diseñador británico, fue además un asiduo y consumado lector. Cuenta el Sunday Times en un reportaje reseñado en el libro que hoy recomendamos, que como a Bowie no le gustaba viajar en avión, solía realizar sus trayectos en tren acompañado siempre de su biblioteca personal ambulante, misma que transportaba en baúles especiales la friolera de unos 1,500 títulos. 

“El club de lectura de David Bowie” editorial Blackie Books, editado en abril de 2020, del columnista y colaborador de The Times y The Guardian, John O´Connell, nos conduce por un viaje a través de los 100 libros que, según aclara el autor, no fueron los favoritos de los miles que el artista leyó en su vida, pero sí los que consideró más importantes e influyentes, lista publicada por el museo V&A en 2013, justo tres años antes del fallecimiento de la leyenda musical. 

El hábito de lectura de Bowie lo llevó incluso a escribir reseñas de libros para la librería Barnes & Noble, luego de que la cadena se diera cuenta del montón de sugerencias literarias que el “camaleón del rock” había escrito para su página BowieNet. Según nos cuenta O´Connell, la lista de Bowie presenta dos patrones: el primero, sobre los elementos culturales que dieron forma a su sensibilidad artística, y el segundo, un recorrido por su vida desde su niñez a superestrella. 

De las páginas de “La naranja mecánica” de Burguess a “El extranjero” de Camus; de los grandes clásicos de Homero o Dante, a Kerouac, Orwell, Capote, incluso, verdaderas joyas no tan conocidas que despertarán nuestro interés lector como: “La otra historia de Estados Unidos” de Howard Zinn de 1980, o “Una tumba para un delfín” de Alberto Denti di Pirajno de 1956. Ensayo, novela, historia, música, naturaleza, política, guerra, psicología y viajes, en la intimidad de una biblioteca enriquecida con la experiencia de un lector de toda una vida que como el propio Bowie decía: “No sé a dónde voy desde aquí, pero prometo que no será aburrido”. 

Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.