A partir del primero de Septiembre todas las casas de empeño y préstamo prendario en el país comenzaran a cobrar el IVA sobre sus préstamos, acorde a lo informado la modalidad tendrá como primer etapa gravar lo referente a los réditos o intereses devengados por los prestamos bien sean los ordinarios como en los moratorios, en una segunda etapa se tiene pensado gravar además el préstamo mismo.

La anterior medida impositiva representa otro duro golpe a la economía de los que menos tienen quienes además como suele siempre suceder serán los últimos en la cadena y no tendrán a quien trasladar dicho impuesto.

En los últimos años el Empeño ha tomado gran auge en México y representa una válvula de alivio a la deteriorada economía nacional, su utilización resulta tan importante que según expertos de no existir ya se hubieren incrementado en gran medida los robos y la violencia, incluso existen quienes afirman que en base a los empeños se ha logrado contener la posibilidad de levantamientos sociales.

Resulta muy común observar en establecimientos dedicados al préstamo miles de aparatos eléctricos nuevos, muchas familias mexicanas obtienen créditos en tiendas mueblerías o cadenas de conveniencia, con dichos créditos adquieren aparatos eléctricos que prácticamente sin desempacar son llevados al empeño y de esa forma encuentran liquidez para poder dar sustento a sus familias., una televisión que nueva cuesta diez mil pesos y que es financiada por años y por la cual terminan pagando casi el doble representa entre tres o cuatro mil pesos de préstamo, dicho procedimiento resulta pésimo desde el punto de vista mercantil pero para alguien en urgencia de un medicamento o alimento para su familia pasa a ser la única opción; La medida de gravar los prestamos puede verse como una medida de equidad con respecto a otro tipo de créditos pero desde el punto de vista social y ético es sin duda un abuso.

La medida forma parte de las reformas hacendarías para mover a México y sin duda representaran al gobierno miles de millones de pesos mensuales, por otra parte para las personas con mayor necesidad significaran otro menoscabo que en final de cuentas terminara por disolver el ya deteriorado patrimonio de cientos de miles de ciudadanos.