MI OPINION: Los Insurgentes de Coahuila (2).

13 julio 2015
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adrianLa insurgencia en Coahuila, desde varios frentes unidos, inicia la leva y afina la estrategia. Un objetivo común: Detener la andanada y desafiar el estado de las cosas…
“Los Bravos del Norte”, “Los Jóvenes Unidos”, “Los Resentidos del Gobierno”; “Las Cabezas y Descendientes de Grupos”, se reagrupan y muestran el musculo, lo hacen mediante un líder claro y evidente. El reloj fue adelantado por el que manda, e imitado por sus contrapartes, que entendieron que el piso no está parejo y subyace la amenaza del continuismo familiar.
Por la represión y el miedo, crecieron. Por el golpeteo, engrosaron la piel política; ya se aliaron por un rato y se vacunaron contra insidias y tentaciones financieras. La competencia empezó y la diana ha variado; ahora serán contestatarios, pasarán de denunciados a denunciantes, migrarán de golpeados a golpeadores; piratearán disidentes y reagruparán contingentes. Los Insurgentes de Coahuila, ¡se volaron la barda!
Los tiempos, los meses siguientes no serán amables. Desde la calle se oirá el murmullo que crecerá hasta ser ensordecedor. Aunque se vayan de gira cuando arda Troya, la marabunta de pueblo se sentirá lejos, cimbrará estructuras y fracturará soberbias. La época del miedo, del control absoluto y del escarnio a liderazgos, tiene los días contados.
La estrategia anuncia prudencia en unos y desenfado en otros, todos en la misma dirección, con la misma misión. Los mismos medios de comunicación ya se agrupan en desbandada sorda, la unidad del miedo y la billetiza, se agotaron a la par del erario. Hay un cambio afuera, empujado desde el centro; el mismo centro ha trascendido, ante los miopes.
Los enconos, de manera natural, ante la actitud del mandamás, se evidencian. Pero hay más, nuevos pleitos se construyen y ponen en jaque al rey; la desesperación y el enfado diario cobran cara la cuenta política. Son muchos los ofendidos, son fuertes los enemigos, son pocas las lealtades; cada vez menos se arriesgan los agachados.
Los frentes abiertos para distraer la atención: ante las fallas estructurales, los resabios del pasado reciente y familiar, y las evidencias de descomposición sistémica, crecen y se acumulan. Ya no se oculta el tema de la deuda, ya las filtraciones del caso Texas y la justicia gringa, se convirtieron en tema nacional. La complicidad y el ocultamiento de evidencias, es palmario. Ellos mismos, los de hoy, patearon el avispero para calmar al hermano, ahora ellos serán los señalados.
La política cambia y los políticos deben hacerlo. El paradigma dio un vuelco y los iluminados se quedaron apoltronados; su experiencia anterior, es igual a cero. Reglas nuevas con un gobierno federal renovado y retomando los hilos. La insurgencia se agrupa y los necios siguen en la golpiza y los chantajes.
De la cúpula empresarial y desde los medios de comunicación se elevó el proyecto bronco en el vecino estado, claro el descontento y el hartazgo ya galopaban, trillando el sembrado gubernamental y tumbando las vallas del tricolor, del albiazul y de tantos; no fueron estas cúpulas quienes inventaron la insurgencia neoleonesa, aunque si, quienes la catapultaron.
Acá, las fuerzas broncas y bravas, desafían la dictadura y afilan las navajas. Esas cúpulas vecinas ya asesoran a las locales. Los excesos lograron lo imposible: retar a la aplanadora y descarrilar el tren usurpador. Si, tomaron el poder legalmente, pero lo corrompieron, lo envilecieron, lo trocaron en contra del pueblo; y eso es pecado, y es mortal.
Los insurgentes de Coahuila cambian la historia, hacen historia. Esta historia, que aunque no tiene final, ya estaba impresa para mediatizarla, desde el poder. Pero parece que no se va a poder. Y esto, ¡es el FIN!

Escrito por:  Adrián Garza Pérez

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