Insurgencia es un cierto tipo de rebelión, alzamiento o levantamiento. Manifestaciones violentas de rechazo a la autoridad. Desde la desobediencia civil hasta la resistencia armada y las revoluciones. Se enfrentan a la autoridad política mediante una estrategia efectiva de movilización social y un empleo sustantivo de la fuerza, para frenar excesos, y hasta deponerla.
La avenida de los Insurgentes es una calle emblema en el DF, una importante arteria que cruza de norte a sur el corazón de nuestra hermosa capital, y es emblemática por que recuerda a aquellos mexicanos que, imbuidos de patria y libertad, gritaron la independencia nacional y lucharon por escindir, con las armas y el alma misma, la dominación española.
Coahuila, estado bronco y norteño, noble y valiente; que mucho tuvo que ver con las luchas nacionales, aquellas de independencia y las posteriores de revolución, y todos los episodios que nos han dado patria, ahora vive una nueva etapa de rebelión. “Los Insurgentes en Coahuila” ya se organizan desde diversos frentes, la motivación es la misma… Explico:
Uno: “La crisis del dinero que contrasta con la vida de los funcionarios”: Para el pueblo, desempleo, poca IED, deuda brutal (fraudulenta, denunciada y cómplice), impuestos crecientes, represión policiaca a deudores morosos, obra pública exigua, despidos de burócratas con renuncias obligadas y cancelación de liquidaciones. El contraste: Desde el gobierno, negocios boyantes, residencias ostentosas; mágico aumento de caudales y propiedades, enriquecimientos inexplicables.
Dos: “La cerrazón del gobierno”. En total bipolaridad política, persigue a militantes y solapa a cómplices. El diálogo agotado y los problemas desbordados. La silente y entregada conducta de los medios, que liquidan la democracia. La creciente imprenta legislativa que llena de leyes, reglamentos y normas jurídicas, que derivan en caos y detiene el transito social; muchas de ellas, atentatorias a la familia y a las buenas costumbres regionales: de pueblos sanos, decentes y tradicionales.
Tres: “La persecución política y la liquidación de activos no afines”. Nueve años destruyendo grupos políticos, desmembrando sociedades y contaminando uniones; el poder concentrado y dictatorial. El partido en el poder vuelto coto particular, sin democracia interna, con privilegios de unos cuantos; sin debate de ideas ni ética partidaria. Un delfín anticipado a la usanza del actual, el foco y los recursos desviados ilegalmente; y en contraste político, la censura y golpeteo institucional a aspirantes del mismo color (del fuerte) y de cualquier otro. ¡La desafiante herencia familiar del poder!
Cuatro: “El espionaje y la represión”. La vieja y conocida estrategia del miedo es el estandarte y logotipo; una sociedad asustada jala para donde el jefe siguiere. Una IP coptada, espiada y chantajeada, se sumerge, acepta contratos y sociedades acomodaticias. Y la cicuta política a todo disidente, reprime y persigue a quién saque la cabeza.
Cinco: “Hay dos formas de ganar elecciones”: Una, con gobiernos abiertos, democráticos, humildes y honestos, trasparentes y respetuosos de sus gobernados; que invierten fuerte en programas sociales, en educación y obra pública, que generan empleo, riqueza y bienestar social. La otra: Gobernar autoritario y soberbio, tener tan socavado al pueblo que al darle migajas (despensas, materiales, tinacos) lo muevan a merced; gastar el dinero en reprimir liderazgos, comprar voluntades, dar pan y circo (grupos musicales, etc.). Tener un aparato de justicia y una policía, espías y represores.
La recesión financiera, la peligrosa inseguridad y la crisis política, se agravan, el pueblo se resiente. Grupos nuevos con personajes no tanto, surgen para equilibrar las fuerzas. Caras nuevas y rostros conocidos salen del ostracismo, otros se acercan desde posiciones laterales para hacer presencia y desafiar el permisivo aquelarre gubernamental.
TERMINA PRIMERA PARTE.
Escrito por: Adrián Garza Pérez
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