Cada vez son más los estudios que determinan que diferentes especies animales tienen capacidad de raciocinio, por ello lo único que distingue al hombre de las bestias es el honor.

En días pasados y con motivo del penoso aniversario del caso Tlatlaya, Salvador Cienfuegos el Secretario de la Defensa Nacional ofreció una entrevista a El Universal, en la misma se le cuestiono por llamar apátridas a los integrantes de la delincuencia organizada; el Secretario fue más lejos al señalar como faltos de patria a todos aquellos que de una u otra manera afectan a la sociedad, incluyó a los políticos corruptos en su declaración.

México no es un pedazo de territorio, un compendio de leyes y mucho menos un concepto ideológico. Nuestra nación es una compleja sociedad formada por seres humanos únicos e irrepetibles, que reunidos todos buscan su desarrollo pleno. Contamos con una historia de mujeres y hombres que nos legaron la patria, recibimos de herencia la fusión cultural pre y pos hispánica. Somos bendecidos por Dios al vivir en una región con vastos recursos naturales y energéticos.

Si somos una nación con tantas riquezas ¿por qué permitimos que la delincuencia flagele nuestra vida? ¿Por qué permitimos a políticos corruptos llegar al poder? ¿Por qué no alzamos la voz ante la desigualdad económica? ¿Por qué no le exigimos a los maestros de la CNTE que se evalúen? ¿Por qué no presionamos al gobierno mexicano para castigar a gobernadores corruptos? ¿Por qué no defendemos el derecho a la vida? Cierto es que los ciudadanos de bien somos la mayoría, sino México no estaría en marcha, pero no peritamos que nuestra inacción premie a los apátridas. Celebro las iniciativas independientes, este no es el tiempo de los ciudadanos, lo ha sido siempre. No creo que Peña Nieto este muy contento con las declaraciones del Secretario Cienfuegos, reconozco y festejo su valor, apátridas y faltos de honor son adjetivos perfectos para quien hace el mal.

Escrito por: Víctor Manuel González Espinoza

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