Desde que arrancó la gira de la Selección por Sudamérica, para preparar la Copa América, me han hecho la misma pregunta a la ciudad que llego: ¿Por qué México no trae a todas sus estrellas?
En Lima, Sao Paulo, Santiago, Viña del Mar, siempre que saben que eres un periodista que cubre al Tri buscan esa respuesta. No sólo la prensa de otros países, sino también la gente común, que no concibe que en un torneo de la talla del organizado por Conmebol el equipo mexicano no convoque a Chichariot, Giovani, Vela.
Pocos (incluyendo a la gente de los medios internacionales) entienden la razón, y ya he tenido que explicar una veintena de veces la cantaleta sobre la Copa Oro, si es más importante que la América, que da el pase a la Confederaciones, hacerlos entender lo que es Concacaf y por qué se debe llevar al mejor equipo posible al torneo que arranca el próximo mes en Estados Unidos.
Lo peor, y creo que siempre que respondo se me nota, es que ninguno de mis argumentos me convence. Para mí, y siempre lo he dicho, en este torneo debería estar lo mejor del Tri. Messi, Neymar, Cavani (incluso con su lapsus sobre África), Alexis… Podría dedicar un blog entero a todas las figuras que tendrá este torneo, que hablan sobre lo que significa el torneo, y que es una obsesión ganarla.
Por ejemplo, para Messi es su oportunidad de demostrar que puede llevar en sus hombros un título de la Selección mayor de Argentina. Alexis junto a Vidal, Bravo y otros tienen la encomienda de dar su primera Copa a Chile y encima en casa. Neymar ayudar a quitar el mal sabor de boca que dejó el Mundial.
Todos, absolutamente todos, ven en la competencia que se jugará en Chile, una gran oportunidad, sólo un escalón debajo del Mundial. A nosotros ‘nos tocó vivir’ en Concacaf y debemos priorizar enfrentar a Panamá, El Salvador, Costa Rica.
A pesar de todo, me parece que México no tiene mal equipo, es cierto no es el de las grandes figuras, pero la base que llamó Miguel Herrera nos debe dar al menos una alegría. El título parece (muy) lejano, nos falta un Vela, un Gio, un Héctor Herrera, esos jugadores que sólo se verán en Estados Unidos y que en Sudamérica suspiran por no tenerlos, principalmente los mexicanos que estamos por acá.
