A Jaime Rodríguez Calderón, el hombre que podría convertirse en el primer gobernador votado como candidato independiente en el país, le cambió el mundo durante 30 segundos que tuvo de frente a uno de los cinco sicarios que asestaron 2,800 balazos contra la camioneta blindada en que viajaba en 2011, cuando era alcalde de García, Nuevo León, el estado que hoy quiere dirigir.
“El muchacho no tenía más de 16 años”, describió en ese tiempo a este diario, en una entrevista exclusiva. “Esto no puede ser normal, la sociedad, pero sobre todo el sistema político en México, está haciendo algo mal para tener a niños capaces de agarrar un arma con tanta furia porque eso es lo que vi en el rostro de ese niño: odio”.
Por esas fechas Rodríguez Calderón (Galeana, 1957) era aún miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que declaró la guerra al crimen organizado como presidente municipal a través de la promoción de denuncias anónimas directas a su celular y otros mecanismos para hacer hablar a la gente, lo que le costó un hijo muerto y una hija de dos años secuestrada.
Jaime Rodríguez militó en el PRI durante 33 años hasta que se peleó con el actual gobernador Rodrigo Medina y comenzó a idear la forma de ganar la gubernatura “para tener un cambio”.
UN CANDIDATO INDEPENDIENTE
La oportunidad de oro llegó en 2014 cuando el congreso federal autorizó las candidaturas independientes en la reforma política, un tema al que el PRI se resistió durante décadas, justamente para evitar que figuras como la de Rodríguez Calderón “El Bronco” capitalizaran el hartazgo social contra la clase política.
De marzo a la fecha, su popularidad se ha ido por las nubes con cinco puntos porcentuales arriba de su más cercana rival, la priista Ivonne Álvarez, según la encuesta presentada este viernes por el periódico Reforma.
En el camino se le han unido figuras como Fernando Elizondo, quien era el candidato de Movimiento Ciudadano y declinó a su candidatura a cambio de una “coordinación ejecutiva” en caso de que el independiente gane las elecciones.
Analistas políticos afirman que la popularidad de “El Bronco” se debe a que ha roto no sólo con los partidos políticos sino con su maquinaria electoral.
El Bronco declaró la guerra no sólo a sus contendientes políticos, sino a las televisoras, particularmente a Televisa y a Multimedios Televisión, cuyo canal, el 12, es el más visto en Nuevo León, y su popularidad en lugar de bajar, ha ido al alza, a pesar de los reportajes en contra que en respuesta recibió.
Entre otros, las cadenas de información lo acusaron de declarar a medias su patrimonio y de gritarle groserías a una mujer que lo increpó en un acto proselitista; dos hechos que aclaró el candidato en su momento.
“Que yo recuerde, ningún candidato a gobernador ni mucho menos a la presidencia (incluido Andrés Manuel López Obrador) ha hecho una propuesta similar. Y esto ha sido así porque en general nuestra clase política está subordinada o coincide con los intereses de los medios de comunicación más influyentes, y los consideran indispensables en sus aspiraciones políticas y ejercicio del poder”, observa el analista Gabriel Sosa, de la Universidad Autónoma Metropolitana.
