La madre de la menor fue la que llevó a la pequeña a un centro asistencial tras notar un aumento del tamaño de su vientre.
La madre de la niña fue la que llevó a ese mismo centro a la menor el miércoles, tras notar un aumento del tamaño de su vientre y creer que podía tratarse de un tumor en el abdomen.
Tras diagnosticarse que estaba embarazada de 21 semanas, la menor fue conducida a la sala materno infantil del hospital público de Trinidad, el nombre del centro, donde está también atendida por una psicóloga.
El responsable de la sala de maternidad, el doctor Ricardo Oviedo, explicó que se trata de un embarazo de alto riesgo, ya que la pequeña no tiene aún desarrolladas todas las características de una mujer adulta, al encontrarse en edad de desarrollo y crecimiento a esta edad.
«El embarazo cursa como uno cualquiera, solamente que se trata de una niña todavía en proceso de desarrollo y que puede desencadenar, eventualmente, en alguna complicación en el transcurso de la gestación», dijo el médico.
Añadió que la niña, cuya identidad no ha sido revelada para salvaguardar su integridad, no da pistas sobre el hecho, mientras que la madre, separada del padre de la menor, desconoce lo ocurrido.