A todas nos gusta vernos bien y sentirnos igual, pero, con el paso de los años, la falta de disciplina para ejercitar nuestro cuerpo, la ausencia de cuidados con nuestra dieta, la reparación de nuestro cuerpo a través del descanso, y controles periódicos de salud, entre otros aspectos, ocasionan cambios evidentes en nuestra apariencia física, como la aparición de flacidez en nuestra piel.
Flacidez se define como la pérdida de firmeza de la piel a consecuencia de la degradación de las fibras de colágeno y elastina, ocasionada por la pérdida de tono muscular. Este hecho, además de hacer evidente un fenómeno negativo en nuestro cuerpo, origina descontento con nuestra apariencia física que puede llevarnos a sufrir de inseguridad, desconfianza y por ende pérdida de nuestra autoestima. Estas situaciones no son recomendables desde ningún punto de vista.
Mantener la piel sana y tonificada después de pérdidas bruscas de peso, partos o el paso de los años, es una recomendación saludable. Los métodos van desde simples dietas, con utilización de recetas naturales, pasando por un adecuado programa de ejercicios e hidratación constante, hasta complejas cirugías.
La importancia de una buena hidratación es definitiva a la hora de mantener la elasticidad de la piel. Se recomienda tomar por los menos dos litros de agua al día. En cuanto a la alimentación, es recomendable consumir alimentos ricos en proteínas que ayudan al cuerpo a producir elastina y colágeno, dos elementos indispensables a la hora de evitar la flacidez en la piel. Entre los alimentos que contribuyen a este propósito podemos mencionar el queso fresco, las legumbres, la leche, alubias, semillas, nueces y pescado. Para alcanzar óptimos resultados en la absorción de las calorías es adecuado consumirlas inmediatamente después de haber practicado ejercicio.
En cuanto a planes de ejercicios para contrarrestar la flacidez hay que plantearse pérdidas de peso entre medio kilo y un kilo a la semana y asegurarse de hacer la cantidad de pesas necesaria para mantener los músculos fuertes y firmes.
En el propósito de eliminar la flacidez, también es importante nutrir y cuidar la piel con exfoliaciones diarias que eliminen células muertas e incrementen la circulación sanguínea que la nutre. Cremas reafirmantes con ingredientes tales como aloe vera, ácido hialurónico, extracto de levadura o vitaminas E, C y A pueden ayudar a ésta hidratación y a incrementar la producción corporal de colágenos y elastina. Asegúrate de no utilizar jabones y champús agresivos y limitar la exposición de la piel a los rayos solares.
Otra solución más radical contra la flacidez es la cirugía, que los cirujanos recomiendan complementar con una dieta y una tabla de ejercicios regulares para mantener durante el tiempo el nuevo peso.
