El senador Rand Paul, favorito del movimiento conservador Tea Party y antagonista frecuente de los líderes de su Partido Republicano, lanzó ayer su campaña presidencial para el 2016 “a fin de recuperar nuestra nación”.
El enérgico mensaje, pronunciado en su estado natal de Kentucky antes de viajar a otros cuatro estados, tuvo por objeto motivar a los partidarios de las dos campañas anteriores que hizo su padre infructuosamente por obtener la candidatura presidencial republicana.
“Me preocupa que la oportunidad y la esperanza estén alejándose para nuestros hijos e hijas”, dijo Paul en un mensaje que trató de aprovechar la frustración de los estadounidenses con Washington. “¿Qué tipo de nación verán nuestros nietos?”, se preguntó. Y agregó: “Me parece que los dos partidos y todo el sistema político son los culpables”.
Al criticar su propio partido, Paul trató de distinguirse como alguien distinto de los políticos típicos.
El público estalló en aplausos y vivas cuando el aspirante censuró el registro de datos telefónicas y e informáticos que realiza el gobierno y lo calificó de ser una amenaza a las libertades civiles. La mayoría de los republicanos defiende esa práctica por considerarla una defensa necesaria contra el terrorismo, pero Paul dijo que sólo proporcionaba una sensación falsa de seguridad.
“Les digo que sus registros telefónicos son suyos. Y les digo que los registros telefónicos de los ciudadanos respetuosos de la ley no son asunto de nadie”, enfatizó.
En una presentación con videos, una serie de oradores invitados y su padre, Paul prometió un gobierno aferrado a la Constitución y alejado de los intereses especiales.
“Tengo un mensaje, un mensaje sonoro e inequívoco”, dijo a sus entusiastas partidarios. “Hemos venido a recuperar nuestra nación”.
Paul es un crítico enérgico de Washington, donde cumple su primer término como senador, y pocas veces coincide con la línea de su partido republicano. Su desafío consiste en convencer a los votantes en las primarias de que tiene una visión digna para ser candidato presidencial de su partido, algo que se le negó dos veces a su padre, el ex legislador de Texas, Ron Paul, quien recibió una ovación cuando fue presentado.
