Varios de los once acusados de reclutar en España a yihadistas negaron hoy en el juicio que enviaran a personas a Siria para que se incorporaran a la lucha del autodenominado Estado Islámico (EI) y condenaron el terrorismo.
La Audiencia Nacional inició hoy el juicio de la primera célula desarticulada en España dedicada al reclutamiento de yihadistas, que contaba con once integrantes, para los que la Fiscalía pide penas de 10 y 12 años de cárcel.
Están acusados de realizar actividades de captación en la ciudad española de Ceuta (norte de África), coordinar a los enviados a Siria y también servir de enlace con las familias de los yihadistas, a las que comunicaban su muerte, en algunos casos en acciones suicidas.
Karin Abdeselam Mohamed, alias Marquitos, e Ismael Abdellatid Al Lal, alias Stifo, para los que el fiscal pide la principal pena de 12 años de cárcel, eran los presuntos dirigentes de esta red, que supuestamente mandó a luchar a Siria a catorce personas de las que al menos ocho murieron.
Karin Abdeselam Mohamed, que se presentó como español, árabe, musulmán y religioso, aseguró que había iniciado gestiones para viajar a Turquía pero no para enviar a personas a Siria ni para incorporarse al EI, sino para visitar un campo de refugiados ya que quería ofrecer ayuda humanitaria.
Otros acusados como Abdelkrim Chaib Abdelaziz, alias Chatarra, y Mohamed Heyouf se presentaron como españoles y musulmanes, pero negaron los hechos por los que se les acusa.
Por su parte, Mohamed Heyouf Mohamed, alias Aiuf, negó también las acusaciones del fiscal y afirmó que en su religión «está prohibido la guerra y matar a inocentes, mujeres y niños».
El acusado Tarik Mustafa Hamed, alias Conejo, también condenó el terrorismo y dijo que para él, el Estado Islámico no es un concepto que corresponda a una organización terrorista ya que «cualquier país musulmán es un Estados islámico» y aseveró: «Ceuta es española» y «Al Andalus es española».
El juicio seguirá mañana en la Audiencia Nacional con la declaración de los demás acusados.
