El siglo XIX siempre será recordado como el de los grandes descubrimientos de la ciencia y la tecnología, y de hecho la fotografía en forma de daguerrotipo llegó a mediados de siglo, y en pocos años los fotógrafos ya estaban experimentando con la superposición de negativos para crear efectos de ilusionismo. Una de las primeras ocurrencias fascinó a muchos burgueses de la época: la falsa decapitación. Fotos como las que siguen fueron encargadas en grandes cantidades por los tecnófilos adinerados.