Bajo el pseudónimo de Mothmeister (“el señor de las polillas”) se oculta una pareja belga que se declaran apasionados coleccionistas de taxidermia y otras rarezas. Su entusiasmo por las criaturas disecadas les ha llevado a crear lo que ellos mismos llaman Wunderland, una especie de universo visual que se alimenta de la taxidermia, el terror moderno, los cuentos de hadas y el surrealismo, generando imágenes de extraños seres enmascarados acompañados de cadáveres estáticos de animales y con una gran influencia estética del taxidermista victoriano Walter Potter, que sacaba fotos de ratoncitos muertos sentados en pupitres de escuela y demás chaladuras.