Algo que vale la pena contar: “A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos cada poco… y por las mismas razones.” George Bernard Shaw.

13 marzo 2015
Visto: 1005 veces

boardman“A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos cada poco… y por las mismas razones.” George Bernard Shaw.

Sé que no resulta una novedad comentarlo, pero la premisa resulta necesaria para el planteamiento y reflexión: Los mexicanos no creen en los partidos políticos ni en sus candidatos, estatus que las instituciones político-partidistas de este país, se han ganado a pulso entre la difusión exagerada de promesas y su posterior incumplimiento.

A nivel nacional como todos ya sabemos, 2015 es año electoral y en Coahuila no se diga, será un año más que se suma a ya varios que de manera consecutiva hemos venido sufriendo. Por consiguiente, el exagerado bombardeo en la difusión y la sobredosis de spots no podía hacerse esperar.

Pero, ¿realmente para qué? ¿Qué los políticos no se han dado cuenta (en los ya varios años que tiene de vigencia esta prerrogativa para anunciarse gratis) que lejos de impactar de manera positiva, el descrédito, la apatía e irritabilidad de la sociedad ha venido en constante aumento?

Según últimos sondeos de opinión, más de la mitad de los mexicanos cree que los partidos políticos no están proponiendo realmente lo que el país necesita y ese mismo porcentaje, no cree que las propuestas presentadas vayan a cumplirse. Más aún, según el estudio reciente hecho por la consultora Demotecnia, el 90% cree que los partidos y candidatos gastan mucho más de lo que deberían y el 74% no recuerda ningún eslogan, frase o imagen de las campañas.

Veamos ahora algunos datos duros. Según el INE, para el período de precampañas se promocionaron un total de 10 millones 782 mil spots durante 40 días. En el actual momento electoral denominado de “intercampaña”,  se transmiten más de 12 millones 130 mil mensajes. Y lo que hemos visto o escuchado hasta ahora no es nada, ¡prepárese! porque para el período entre el 5 de abril y el 4 de junio, se tiene contemplado que se difundan un total de 16 millones 174 mil spots más, en 2 mil 500 estaciones de radio y televisión. En total habremos tenido que ver y escuchar prácticamente más de 39 millones de anuncios, unos 96 mensajes diarios por estación, más tiempos oficiales de los cuales corresponden 41 minutos para partidos y 7 para autoridades electorales.

En lo personal suelo mucho escuchar la radio convencional, sobre todo en el coche o en la oficina, pero en definitiva ante la repetición exhaustiva de los contenidos partidistas y electorales de estas épocas, prefiero simplemente… apagarla. De lo contrario tengo que estar subiendo y bajando el volumen constantemente al terminar el bloque de algún programa o la transmisión de una melodía, porque simplemente la sobredosis de proyección política se vuelve… tediosamente insoportable.

La repetición tras repetición de contenidos bajos en calidad y creatividad, tonadillas fastidiosas, incluso algunos rayando en el abuso de recursos para pretender atraer la atención utilizando lenguaje soez, se vuelven bodrios no aptos para el consumo racional.  A propósito, el otro día un niño de cinco años ante una pregunta cualquiera me respondió ¡A huevo! Y al preguntarle la razón de su respuesta me dijo simplemente: lo escuché en la radio. Y esos son los mensajes que transmiten quienes se supone representan el sector responsable de la educación en el país.

Por otro lado, también hago radio y ¿sabe una cosa? como conductor tengo bien comprobado que estas temporadas reducen considerablemente los niveles de audiencia. Y con justa razón, los escuchas se desesperan y nosotros detrás de un micrófono aún más. Ahora resulta que entre la publicidad de siempre y la electoral que tiene que pasarse de manera gratuita, de un bloque de 15 minutos apenas tenemos chance de hablar más menos 5 o 6 minutos, totalmente incosteable tanto para quienes preparamos un programa como para la audiencia final.

Los medios de comunicación tienen fórmulas de pautado probadas e inamovibles para garantizar éxito en sus transmisiones, saben bien que no pueden abusar de la paciencia de los receptores, de lo contrario y ante la alta oferta existente en la actualidad, sobre todo con el acceso a través de la red a medios internacionales, los escuchas y espectadores simplemente cambian de frecuencia.

Y retomando el punto, ¿apoco los propios involucrados en el proceso electoral no se han dado cuenta de que la estrategia publicitaria lejos de estar funcionando, los vuelve más detestables y vulnerables? Lo primero, por el agobio que regularmente se transforma en enfado; lo segundo, porque en la medida en la que más propongan y menos cumplan, más descrédito y apatía se van acumulando. ¿O es que los índices de abstencionismo tuvieron un cambio considerable después de que se autorizó el tsunami de spots gratuitos?

Los actores político-electorales juegan con la sociedad una partida de ajedrez, pero al final de cada partida es invariable la derrota. Y es que mueven sus piezas, pero para que el siguiente movimiento se produzca, se ven obligados a girar la mesa.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

Escrito por: Alberto Boardman

[email protected]

@AlBoardman

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *