Algo que vale la pena contar: Tenemos que ir más allá de nuestra propia existencia.

20 febrero 2015
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boardman“Tenemos que ir más allá de nuestra propia existencia. No podemos pensar como individuos, sino como especie.” Sir Michael Caine

Es un hecho, nos encontramos ante el umbral de “La sexta extinción”… y seguramente la última, al menos de los seres humanos como especie. Pero antes de llegar al fatalista desenlace, hagamos primero un poco de memoria considerando el gran trabajo realizado por Richard Leakey y Roger Lewin.

Érase una vez que se era, hace 4 mil 600 millones de años, un planeta que se condensó a partir de la acumulación de hirviente piedra líquida radioactiva. Ningún tipo de vida tenía probabilidad de florecer ante un ambiente tan hostil. Poco a poco, la tierra se fue enfriando y hacia los 4 mil millones de años las moléculas orgánicas ya no se rompieron en cuanto se formaban y los ambientes acuosos persistían en vez de convertirse lentamente en vapor, ambas condiciones necesarias para que la vida apareciera. Corrió nuevamente mucho tiempo y al llegar a los 3 mil 750 millones de años comenzaron a formarse los primeros organismos unicelulares, el desarrollo y evolución de esta primigenia forma de vida tardaría todavía en modificarse, la vida no tenía prisa. Y es que apenas llegando a los 1 mil 800 millones de años, comenzaría el nacimiento de la vida pluricelular. Estos organismos complejos gobernaron hasta hace 530 millones de años cuando la explosión cámbrica modificaría todo. Pero para esto, hay que considerar que en la historia de la tierra ya había transcurrido más del 85% de su tiempo.

A raíz de la era cámbrica la explosión evolutiva adquiriría una especie de sentido, digamos que similar a la Ley de Moore, pero en el plano biológico. En los 530 millones de años transcurridos desde entonces, aparecieron hasta 30 mil millones de especies. Este período quedaría dividido de la siguiente manera: el Paleozoico o vida antigua, desde hace 520 hasta 225 millones de años; el Mesozoico o vida media, desde los 225 hasta los 65 millones de años; y finalmente el Cenozoico o vida moderna, desde los 65 millones hasta la época actual. Según las evidencias la primera rama de la especie humana evolucionó hace apenas unos 5 millones de años, las cualidades cerebrales comenzarían un franco desarrollo hace 2.5 millones y finalmente el homo sapiens como tal, aparecería hace apenas, unos ¡150 mil años! imaginemos entonces el esfuerzo evolutivo precedente.

Y antes de continuar hagamos una pausa y reflexionemos, apenas han bastado 10 mil años para que como seres ya organizados y especie líder en el planeta, estemos acabando con él. Hasta aquí el recuento evolutivo.
Las anteriores cinco extinciones masivas de especies, se sucedieron entre los 520 y 62 millones de años atrás. La primera hace 440 millones de años, derivada de un radical cambio climático y enfriamiento global severo, dando como resultado que un 25% de las familias de seres vivos desapareciera. La segunda hace 370 millones de años debido a eventos naturales similares a la anterior, en donde el 19% de las familias desapareció. La tercera, 245 millones de años por movimiento de placas tectónicas y cambio climático, 54% de las familias se extinguió. La cuarta, hace unos 210 millones de años con 23% de pérdida. Y finalmente, la quinta, hace 65 millones de años, la más famosa de todas, debido a la probable caída de un meteorito y erupciones volcánicas que extinguiría por completo a los dinosaurios incluyendo el 17% de las familias de especies.

Vamos ahora con la sexta, una que a diferencia de las anteriores sin ser radical, de golpe, está avanzando, lo hace despacio pero precisa, como si se tratara de la enfermedad cancerígena del planeta, en la que por cierto, los humanos somos las bacterias. El símil el válido, lo que como inquilinos por un lado construimos y por el otro acabamos, está matando a nuestro huésped.

La devastación de fauna, flora y contaminación ambiental, son hechos que sin duda, de manera directa apuntan un solo sujeto culpable: el ser humano. Comenzamos a alterar drásticamente el planeta apenas aparecimos en él. La fase uno comprende la dispersión de los humanos hace 100 mil años. La fase dos comenzó hace apenas 10 mil años justamente cuando descubrimos la agricultura y comenzamos a cambiar nuestra adaptación a la naturaleza, por su manipulación para nuestro uso personal.

Este distanciamiento generó que dejáramos de convivir con los ecosistemas. Plantamos vegetación donde no la había, eliminamos otra simplemente porque la consideramos mala yerba y deforestamos indiscriminadamente supliendo verde por concreto. Elevamos la temperatura del globo, devastamos los mares, extinguimos especies y para cerrar con broche de oro contaminamos no sólo con basura, sino también con el derroche indiscriminado de los recursos y finalmente sobrepoblamos. La estimación dice que hace 10 mil años existían 5 millones de personas sobre el planeta, hoy somos 6 mil millones. En fechas recientes, fuentes científicas han expuesto que debido al comportamiento humano desmesurado e irresponsable respecto el entorno natural, el planeta está perdiendo alrededor de 30 mil especies de organismos vivos al año, es decir tres especies por hora.

La historia no se equivoca, la recuperación abierta de nuestro mundo tras cada una de las extinciones anteriores, se sucedió únicamente cuando lo que dio origen a dicha extinción había desaparecido. ¿Tendremos que desaparecer? Somos partícipes de la sexta extinción masiva de especies en el planeta y la primera causada por un ser vivo “pensante”, ¿Será que en realidad podemos presumir de dicha inteligencia?
“Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte.” Ernesto Sábato
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

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