Byron Scott decía a comienzos de semana que el Staples Center debería regalar a Pau Gasol una gran ovación en el regreso del español al coliseo de los Lakers. No se equivocó el entrenador de los angelinos. Cuando su nombre fue mencionado por megafonía en el momento de anunciar las alineaciones, el estadio aplaudió por completo.
Por primera vez desde que saliera de los Lakers, Gasol pisó la duela del Staples vestido con otro uniforme. No era, sin embargo, la primera visita del ala-pívot a Los Ángeles. En noviembre, los Clippers recibieron a los Bulls, aunque Gasol no pudo jugar por lesión. Aquel día estuvo a punto de entrar al vestidor de los Lakers por error. Y es que esa fue su rutina durante las 7 temporadas que pasó vestido de morado y oro, donde ganó la liga en 2009 y 2010.
En los segundos previos al juego se proyectó un video con los momentos más destacados de Pau ante un público en pie. El jugador de los Bulls, visiblemente emocionado, agradeció con aplausos desde el centro de la cancha a los miles de aficionados que lucían una camiseta con el lema “THANKS PAU”, entregada a los fanáticos antes del partido. Hasta en su primera canasta le dedicaron aplausos al internacional español de 34 años.
Pau Gasol se reencontró con los Lakers, aunque no con Kobe Bryant. El escolta de los laguneros, lesionado para toda la temporada, no pudo medirse a su excompañero de equipo. Tampoco pudo hacerlo en la visita de los angelinos a Chicago, por lo que el duelo Pau-Kobe tendrá que esperar hasta la temporada que viene. El español confesó que había hablado con Kobe “cuando me enteré de su lesión, para mandarle buena energía”.
‘Prefería algo diferente’
Gasol está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera. “Estoy jugando con energía y pasión”, declaraba antes del juego. Pau anotó 46 puntos ante los Bucks de Milwaukee hace dos semanas y acumula 28 dobles-dobles este curso, más que nadie en la NBA. Además, los Bulls (30-17) son el cuarto mejor equipo de la Conferencia Este.
Todo lo opuesto a los Lakers actuales. El ‘16’ quería luchar por el anillo, algo que no le iba a dar Los Ángeles. “Sabía que no sería fácil. No íbamos a ser un equipo candidato al título. Había muchas caras nuevas y mucha gente joven, y yo prefería algo diferente”. Gasol buscaba un equipo candidato en una gran ciudad, y Chicago fue su destino. Una gran ciudad y un proyecto ganador.
“Estoy muy cómodo en Chicago, es una ciudad muy bonita. Con mucho que ofrecer. Con muy buenos restaurantes y en la que siempre pasa algo. Es muy emocionante para mí jugar allí”.
A pesar de su marcha, el español es muy querido en Los Ángeles, donde dejó amigos dentro y fuera de la organización de los Lakers. La fundación que lleva su nombre, además, le permite seguir ligado a la ciudad. Y es que Los Ángeles siempre recordará la personalidad de Gasol dentro y fuera del campo.
Gasol escribó en Twitter antes del partido: “Esta noche será un partido muy especial para mí. Volver a jugar en el Staples delante de la afición de los Lakers será muy emotivo”. Se quedó corto.
