
Monterrey.- Una fuerte pestilencia penetra el olfato metros antes de acercarse a la casa. Pintada en color crema, la fachada luce abandonada y con basura. Grandes cucarachas caminan por las paredes, entrando y saliendo por las ventanas entreabiertas. A través de ellas se observa un caos al interior de la vivienda: el suelo tapizado de excremento, y encima de él, muebles, ropa y pertenencias en completo desorden.
Ese fue el escenario del rescate de cuatro animales que, ante la ausencia de su dueño, tenían más de un mes encerrados, sin comida y ningún tipo de atención, en el domicilio marcado con el número 113 de la calle San Diego, en la colonia Cumbres San Agustín, en Monterrey.
Fue hasta el pasado domingo 18 de enero cuando autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Ministerio Público y Protección Civil del municipio acudieron al lugar, tras un reporte de olores fétidos que, pensaron, podrían ser por la presencia de un cadáver.
Y, efectivamente, había restos… pero de gatos y una gallina desmembrados. El hambre de 45 días los hizo comerse unos a otros y al final sólo cuatro sobrevivieron: tres perritos y una gatita.
Los vecinos cuentan que uno de los canes intentó saltar la reja de casi dos metros de altura, pero su cuerpo se enganchó en los cadillos protectores, donde quedó colgado sin vida.
El caso fue reportado a través de Facebook en la página de la asociación Adopta Monterrey, que también participó en el rescate de los animales y el traslado de éstos a una veterinaria para su evaluación y atención médica.
«Abrimos la puerta de la cocina y salió una chihuahuita, le falta un ojo. Luego sacamos al perro de arriba, estaba encerrada en un cuarto y es la única perrita que no estaba considerablemente flaca, sí estaba baja de peso pero no se le veían las costillas ni nada, como a los otros. Al final sacamos a la gata, tenía mucho miedo», explicó Sara Luz Sánchez, voluntaria en Adopta Monterrey.
En entrevista, los vecinos señalaron que el habitante de la casa, identificado como Antonio, regresó al día siguiente del rescate, pero se limitó a recoger su automóvil y retirarse del lugar, advirtiendo que ya no volvería.
Un padre de familia explicó que el ocupante de la vivienda estuvo ausente por un viaje, lo cual era habitual pero en periodos menos prolongados.
«Llegó aquí un día después de lo que pasó; tengo entendido que tuvo problemas para regresar (…), habló con algunos amigos para que se hicieran cargo de los animalitos y los amigos no pudieron», dijo.
Otra lugareña mencionó que el joven, originario de Acapulco, Guerrero, rentaba la casa y se dedicaba a realizar shows de magia.
«Me dijo ‘voy a hacer limpia y si pasa el muchacho que lava carros pues que haga limpia de la casa y que se lleve lo que quiera, yo ya me voy’. Él ya no va a regresar, va a hacer su vida en otra parte porque dice que va a hacer sus shows de magia en un barco», afirmó.
MILENIO Monterrey intentó contactar a Antonio por vía telefónica e internet, sin obtener resultados.
DENUNCIAS PREVIAS FUERON IGNORADAS
Varios vecinos de la calle San Diego aseguran haber tenido problemas con el joven, pues vivía con muchos animales en su casa y no los atendía, lo cual perjudicaba a quienes habitan alrededor debido a las condiciones antihigiénicas en las que se encontraban.
Por ello solicitaron ayuda a la perrera municipal, pero les respondieron que no podían intervenir si las mascotas estaban en propiedad privada.
«Él siempre ha recogido perros, siempre; antes tenía en frente unos grandotes, pero los tenía amarrados ahí, y todos pasaban y nadie decía nada. Le hablas a la perrera y dicen que no pueden hacer nada porque están en su domicilio… Él siempre ha tenido perros pero en término de maltrato», dijo una habitante del sector.
Otra mujer comentó que escribió una carta a una asociación protectora de animales, pero «no vinieron nunca».
«Tenía perros amarrados en pleno sol, en la parte de en frente, no les daba ni agua, pero tenía bastantes, era un aullar toda la noche y se peleaban porque juntaba perros de todo tipo, no les limpiaba… Es un fastidio. Le dije dos veces y no, me dijo que no era mi asunto», refirió.
Incluso, una lugareña expuso que, a petición de ella misma, Arredondo Moreno firmó un documento ante la Dirección de Participación Ciudadana del municipio de Monterrey, en el que se comprometía a mantener la limpieza de su vivienda para erradicar el problema. Sin embargo, esto no logró concretarse en la práctica.
«Fui personalmente a que me orientaran cómo se puede hacer un diálogo con esa persona pero que interviniera municipio (…), se hizo un compromiso, firmamos los dos un acuerdo en el que se comprometía a hacer limpieza, mínimo una vez a la semana… Y no se cumplió».
Por su parte, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de la PGJE que participaron en el operativo de rescate consideraron que las malas condiciones en las que se encontraban los animales no eran de un mes, sino de más tiempo.
«A mi consideración, el maltrato no es de un mes. Y lo que se alcanzó a ver de la casa, la suciedad, el desorden no eran de un mes», aseguró.
MÁS DE 50 CASOS DE MALTRATO… POR HORA
Según Sara Luz Sánchez, la asociación Adopta Monterrey recibe, únicamente a través de Facebook, un promedio de 50 reportes de maltrato animal por hora.
Por ello se ven obligados a seleccionar los más urgentes, pues afirman que no cuentan con los recursos económicos y humanos suficientes para atenderlos todos.
Asimismo, criticó el hecho de que la Ley de Protección Animal siga congelada en el Congreso local, ante los múltiples casos de crueldad registrados y dados a conocer en los medios de comunicación.
«Las cuestiones legales de la protección animal están muy mal reguladas, la ley es muy débil, entonces no hay más que multas económicas muy bajitas, y luego si tú reconoces tu falta y pides perdón a la sociedad te rebajan el 50%. Muchas veces no pagan ni nada y no van al bote.
«Siempre hay un sector de la población desprotegido, marginado. En algún momento lo fueron las mujeres y no había leyes para las mujeres, ni protección alguna. Ahora, ya no pueden maltratar a las mujeres, ¿y a dónde vamos a llevar toda esa ira? Pues en el otro sector que no está protegido y que en este caso son los animales», apuntó.
Ante esta situación, aseguró que diversas asociaciones «siguen en la lucha» y no desistirán hasta lograr la aprobación de una ley que tipifique como delito el maltrato animal.
Actualmente, tres de los animales rescatados se encuentran en hogares temporales recuperándose para después ser adoptados por otras familias. El cuarto sigue bajo observación en una veterinaria de la localidad.
En este caso, Adopta Monterrey interpuso una denuncia por maltrato animal ante la Coordinación de Protección Animal de Nuevo León, y se informó que están a la espera de la orden de inspección del domicilio para realizar las investigaciones en torno a lo sucedido.