Criolipólisis, dile adiós a la grasa congelada

19 enero 2015
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Para este fin de año, regálate la oportunidad de estar mejor, por ejemplo: optar por una alimentación sana, emprender una vida saludable y, de una buena vez, ¡ejercitarte! También existen tratamientos que serán un complemento y ayuda eficaz, como la terapia conocida como criolipólisis.

¿De qué se trata?
Es un tratamiento para reducir la grasa localizada. Con la criolipólisis, las células de grasa se eliminan mediante el frío. El método es seguro, eficaz y no invasivo, es decir, sin cirugía, inyecciones ni anestesias.
A esa grasa localizada también se le conoce como ‘rebelde’, porque es casi imposible su eliminación, a pesar de comer sano o realizar ejercicio. Sin embargo, por medio de este procedimiento patentado, clínicamente probado, que consiste en congelar las células grasas sin dañar la piel, es posible de reducir esos gorditos . Además, después del tratamiento, podrás continuar con tus actividades habituales.

La tecnología fue desarrollada por científicos de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, quienes analizaron un estudio de los años setenta sobre los niños que en sus primeros años de vida tomaron una gran cantidad de paletas heladas, marcando así los hoyuelos en las mejillas, fenómeno que se vio estimulado por el frío.

Éste y otros estudios hicieron que los médicos y su equipo investigaran el metabolismo de las células de grasa, concluyendo que pueden ser más susceptibles al frío que las demás células.
El principio sigue utilizándose en la actualidad en gran parte de los tratamientos disponibles para bajar de peso.

Procedimiento
Se realiza un enfriamiento controlado en determinadas zonas con grasa. El aplicador tiene diferentes tamaños y cuenta con paneles de enfriamiento que se colocan en la zona a tratar.
Durante el tratamiento, se ataca sólo las células de grasa de la región seleccionada. El médico será quien seleccione el área a tratar y posicionará el aplicador.
El dispositivo succiona y mantiene la grasa entre los dos paneles de refrigeración de forma automática, durante una hora. La sensación será como de un tirón firme y la congelación no afecta la piel u otros órganos. Hay que destacar que durante la sesión la piel está protegida por una película del gel.
Al ser una terapia no invasiva, además de que el paciente reanudará su rutina inmediatamente, no necesitará de fajas, alimentación especial o medicamentos.
Cuando el aplicador va congelando el área elegida, las membranas de las células de grasa interactúan mecánicamente, seguidas por la autodestrucción o apoptosis. Poco a poco, las células del sistema linfático se sienten atraídas por la apoptosis; finalmente, se eliminan vía la orina, en un plazo de entre 6 y 8 semanas.

Veintitantos 

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