Hace unos años se puso de moda un meme que se titulaba “ridiculous fotogenic guy”, una foto en la que un corredor de maratón miraba a cámara con una confianza, una belleza y una perfección dignas del mejor anuncio en prensa. Luego salió la versión canina, creo, pero lo que os traemos hoy es una reivindicación de esas personas capaces de salir bien en una foto por muy hostiles o acuciantes que sean las circunstancias. Seres fotogénicos hasta más allá de lo razonable, héroes de la era de la imagen digital, adalides de la belleza y la seguridad como dogma neocapitalista, soldados de la sonrisa.
