Las políticas económicas implementadas por el gobierno federal están ahuyentando en vez de atrayendo la inversión privada, existen cientos de plantas o industrias de diversos ramos que podrían estar pensando en cerrar operaciones y trasladarlas a otros países o incluso en el caso de las estadounidenses retornarlas a los Estados unidos.

Para el presidente de los Estados Unidos llevarse de nuevo plantas del ramo automotriz significarían un gran logro económico y político, existen industrias que en pocos meses podrían desmantelar una planta para trasladarla a otro país que les ofrezca mejores condiciones o de menos mayor seguridad de estabilidad.

Hoy algunas empresas dedicadas a la explotación de minerales sortean grandes problemas originados u orquestados desde el seno del propio gobierno federal, empresas que si bien explotan la riqueza nacional generan grandes fuentes de empleo y que además pagan impuestos y generan afluencia económica, en igual sentido maquiladoras que producen artículos diversos con tecnología que no se cuenta en nuestro país y que difícilmente pueden ser substituidas por capital nacional.

México no está apostando a la ciencia ni tampoco a la tecnología, las políticas van solo orientadas a remediar de manera momentánea la problemática del empleo, cortar de tajo los beneficios para capitales extranjeros sería un gran error.

Entre otros factores que pueden influir para que diversas empresas dejaran de operar en México se encuentra la creciente inseguridad, la falta de incentivos, el exceso de  trámites, y la dificultad o complejidad tributaria.