Como si dijera: que hoy vuelo de la carne, para que me lo comuniques fuera de ella, siendo ellos las causas de hacerme volar fuera de ella, Y para que entendamos mejor que vuelo es este, es de notar que como hemos dicho, en aquellas visitaciones del espíritu divino el del alma a comunicar con el espíritu, y destruye el cuerpo y deja de sentir en él, y de tener en él sus acciones por que ahora están en el supremo.

Que por eso digo que en aquel reparto suyo no sentía ni estaba el alma recibiéndose en el cuerpo ó fuera del cuerpo, cuando lo vives o lo sientes convienes en saber que no todos los cuerpos poseen almas y de ahí la manera en que se trasforma y pierden valor las acciones de la gente en el mundo, cuerpos vivos pero vacíos, ausentes de las causas propias de quien en el sentido estricto es hombre, figuras sin sentimientos carentes de alma, sin objeto ni razón.

Y  no por ello se ha de entender que destruye y desampara el alma al cuerpo de la vida natural, sino que no tiene sus acciones en él. Y esta es la causa por que en estos raptos y vuelos se queda el cuerpo sin sentido y aun que hagas cosas de grandísimo dolor no se siente, porque no es como otros traspasos y desmayos naturales que con el dolor vuelven en sí, un desprendimiento que de inicio atemoriza, un salir en viaje, un vuelo sin la carne, donde nada lesiona, ni encrespa, ni dilata, que asombra pero que no espanta.

Estos sentimientos tienen en estas visitas los que no han llegado a estado de perfección, sino que ven camino en estado de aprovechamiento; porque los que han llegado ya, tienen toda la comunicación en paz y suave amor, y cesan los arrepentimientos que eran comunicaciones y disposición para la total emancipación.

Los sutiles vuelos de los espíritus que a los espirituales suelen ascender, hoy no existe dolor, no se tienen miedos ni dudas, por más dolor que se intente infringir nada sucede, estás viendo solo carne y quizás estimes estar frente a un muerto, quizás lo sea o en igual los seas tú, no se trata de de saber cómo te ven los demás sino como te observas así mismo, si en ese vuelo de la carne tú mismo te puedes observar, es por seguro que permaneces vivo aun fuera de ella.

No sé si lo comprendas o no, ¿Quién es el finado ?  Lo que tu observas no soy, desde yo veo tú no estás.