Ucrania: el humor llegó a la presidencia

22 abril 2019
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Conoce al nuevo líder y comediante en jefe ucraniano de 41 años: Volodmyr Zelenskiy, o simplemente “Ze”, como se le conoció durante su corta pero puntillosa campaña electoral. Se trata de un comediante de éxito, un showman, un actor que se volvió popular y ganó dinero entreteniendo a las masas y los líderes de ucrania con su teatro de comedia barata Kvartal 95.

La segunda vuelta electoral fue entre Petro Poroshenko, el presidente actual quien competía por una reelección, y Zelenskiy, quien resultó ganador con más de 70% del voto, de acuerdo con los conteos del domingo.

A pesar de que nunca expresó un interés por la política, el comediante entró a la contienda al anunciar su candidatura la Nochevieja de 2018, en una transmisión por 1+1, uno de los principales canales de televisión de Ucrania. Ese espacio televisivo tan deseable se lo ofreció el dueño del canal, Ihor Kolomoyskyy, un oligarca multimillonario (con 1,200 millones de dólares), quien ha sufrido con el gobierno posterior a la alianza Maidan: su PrivatBank fue nacionalizado, con la bendición del Fondo Monetario Internacional, durante la gestión de Poroshensko. La nacionalización del banco, por cierto, fue catalogada como ilegal por la corte administrativa del distrito de Kiev, días antes de la elección.

El nombre de Kolomoyskyy surgió durante la campaña electoral casi tanto como el de Zelenskiy: el oligarca fue uno de los patrocinadores más visibles del candidato. Para un contendiente sin su propio emporio de medios, tener el fuerte respaldo de uno de los canales de TV más populares, así como otros recursos, fue fundamental.

La vendetta de Kolomoyskyy en contra de Poroshensko por la nacionalización de su banco se señaló a menudo como un motivo que llevó al oligarca a apoyar y patrocinar a Zelenskiy. Sin embargo, ese apoyo no hubiera bastado para conseguir una mayoría tan robusta.

¿Qué fue lo que le dio tanto éxito a su campaña? Fue una tormenta perfecta.

La candidatura de Zelenskiy tuvo un arranque muy relevante: la serie televisiva titulada “Servidor del Pueblo”, que se estrenó en la cadena de Kolomoyskyy 1+1 en 2015. En ella, Zelenskiy interpretó a un profesor de preparatoria quien se convirtió en el presidente de Ucrania luego de que un video en el que ataca la corrupción en el gobierno se viralizó.

Luego de la primera temporada siguió una película con el mismo título y luego una segunda temporada del programa. A la gente le encantó el personaje, un humilde profesor de historia quien llega de manera accidental al poder y no se deja corromper.

Quien sea que también haya apoyado a Zelenskiy (se rumora que el equipo del depuesto presidente Viktor Yanukovych también se involucró, además de Kolomoyskyy, y probablemente haya habido dinero ruso y recursos), llevó a cabo una campaña impecable.

A las masas les gustó Zelenskiy, quien, en toda la campaña tuvo  la ventaja de salir en la televisión como un animador (1+1 transmitió sus programas en los días de silencio preelectoral, cuando se prohíben los mensajes políticos y de campaña). Además, no asumió posturas muy sólidas en algunos temas, ni desarrolló una plataforma política distinta, lo cual dejó en manos de los electores cubrir las áreas en distintos puntos que él promovió.

La demanda de un cambio y nueva sangre en la política ucraniana era tan grande que los votantes se unieron en torno a Zelenskiy, sin saber realmente quién es y en qué cree. Las estadísticas muestran que él fue el candidato preferido en casi todas las regiones de Ucrania.

Durante la gestión de Poroshensko, Ucrania dio varios pasos decisivos para alejarse de su pasado soviético. El país recibió el derecho a visitar sin visa la Unión Europea; la Iglesia Ortodoxa Ucraniana se independizo del patriarcado de Moscú luego de 330 años de control religioso ruso; el ejército ucraniano se reconstruyó y fortaleció; y algunas reformas políticas clave se pronunciaron luego de que Ucrania depuso a Yanukovych en 2014.

A pesar de esos logros evidentes del gobierno de Poroshensko, el pueblo ucraniano votó de manera contundente en su contra. La falta de reformas necesarias (como las jurídicas), un escándalo de corrupción que involucró a personajes cercanos al presidente, y batallas oscuras de relaciones públicas y desinformación erosionaron su índice de aprobación.

Cuando fue evidente que la ronda final electoral seria entre Poroshensko y Zelenskiy, varios empresarios y personajes de la cultura ucraniana, aunque no les satisfacía por completo, apoyaron a Poroshensko por sus políticas para proteger la independencia de Ucrania y su soberanía del Kremlin.

Poroshensko y sus simpatizantes argumentaron que Zelenskiy no era un candidato independiente, que no era una cara nueva auténtica en la escena política, y que su presidente retornaría a Ucrania a la órbita de Rusia y al control del Kremlin.

Sin embargo, más de 70% de los electores ucranianos eligieron a Zelenskiy. ¿Por qué? Hay numerosas razones posibles. Creyeron que él es el humilde presidente de la serie de televisión, o sienten que él es un recién llegado lleno de energía y sin mancha de corrupción. O, lo que es más probable: ellos votaron por él en un gesto anti-establishment, o, simplemente, como una broma.

De cualquier manera, la “Era de Ze” comenzó.

Información de: Forbes.mx

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